La antigua
sede de la fábrica Alpargatas en Montevideo rehabilitada en edificio de
viviendas
Cuando se habla de regeneración
en términos urbanos, se está aludiendo a una creación nueva, es decir a un
“renacimiento” de una parte de la ciudad, con nuevos objetivos y criterios que
no tienen que ver con lo que existía anteriormente. Supone dotar de una nueva
vida, incorporando imprescindiblemente viviendas. Por eso, en algún foro, se ha
sugerido como sinónimo el término “rehabitación”, volver a habitar.
Rehabitación no es una palabra existente, sino una propuesta para designar
estos procesos que buscan recuperar la” habitación”, el espacio para la vida,
predominantemente residencial y, por lo tanto, no debe confundirse con
rehabilitación.
Blasco,
2017
La
desindustrialización está conduciendo a procesos en que antiguas instalaciones,
donde antaño bufaban las máquinas, se esforzaba la clase obrera y se afanaba
una cierta burguesía, dejen lugar al florecimiento relativo de la vida
residencial.
Suele
ser un proceso complejo, de rentabilidad insegura y con resultados variables
según se vaya resanando el tejido urbano conexo. De todas maneras, de una
rehabitación puramente residencial a una completa rehabilitación urbana, hay
mucho por desarrollar.
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