Lucas van
Leyden (1494- 1533) El juego de ajedrez
(1518)
Nada es
más serio que ponerse a jugar.
Y
nada es más arquitectónico, en un sentido primordial, que sujetar un lugar con
una ley, regla o norma. Esa proyección del señorío nomotópico es un gesto
esencial del poder humano sobre espacio-y-tiempo. Con lo que se verifica, a la
vez, el ejercicio del poder (imperium) y la más estricta observancia de su
orden.
Quizá
un tablero de ajedrez constituya, en cierto modo, la Madre de todas las
Maquetas. ¿Por qué no?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario