Marcel Duchamp
(1887- 1968) Étant donnés (1946-1956)
Supongamos que la idea de arte
puede ampliarse hasta abarcar toda la gama de cosas hechas por el hombre,
incluyendo todas las herramientas y la escritura, agregándolas a las cosas sin
utilidad, bellas y poéticas del mundo. Con esta perspectiva, el universo de
cosas producidas por el hombre simplemente coincidiría con la historia del arte
(Kubler,
1962)
¿Qué
pasaría si el universo de las cosas
producidas por el hombre simplemente coincidiera con la historia del arte?
¿Cederían
acaso las disputas acerca de las definiciones nominalistas o institucionalistas
acerca del “arte”?
¿El
aparato institucional del arte, su mercado y sus actores sociales —artistas,
críticos, marchands, el público afín— se beneficiarían de la total subsunción
del arte en la producción?
¿Es
que el buen sentido puede sustituir al sentido común, al menos en este aspecto?
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