John St Helier
Lander (1868–1944) El taller del herrero (1900)
Sólo cuando una mano coge las
cosas, las encuentra manualmente o las arregla manipulándolas, comienza la
transformación de lo que está y queda en derredor en algo utilizable. Éste es,
en toda su sencillez, el primer acto de la producción de mundo...
Peter
Sloterdijk, 2004
El espacio en el que se reparte
cooperativamente el peso de las tareas lo llamamos el ergotopo: sus habitantes,
los ergotopianos, están unidos en comunidades de esfuerzo. La descripción de su
actividad ofrece la imagen de los adultos, érga kai hémera, la crónica de las
obras y días de gentes que no lo tienen fácil.
Peter
Sloterdijk, 2004
Puede
creerse, en principio, que habría una cierta duplicación entre la concepción
original de las dimensiones quirotópicas y ergotópicas, según Sloterdijk.
Sin
embargo, una sucinta reflexión muestra ciertos aspectos diametralmente
diferentes. La instancia de manipulación, actividad intrínseca y
constitucionalmente quirotópica hace del lugar un mundo de cosas. Es bajo el imperio del asimiento y la consideración
fundamental que un sitio se vuelve un mundo para el poblador. La mano hace del
sitio una proliferación abismada de cosas, objetos con significado y con valor.
Pero
con el trabajo, ya no con la pura
manipulación, las cosas adquieren un significado y valor entre y según los humanos. El mundo comienza un proceso de
reduplicación en su producción social. Las mañas de la transformación no hacen
más que comenzar, para no cesar sino en la extinción de lo humano.
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