Jean Béraud
(1848– 1935) La Pâtisserie Gloppe
(1889)
En la
actualidad nos gana un cierto estupor al comprobar que la profundidad
intrínseca de los vínculos sociales ya no guarda relación con la copresencia y
la proximidad corporal relativa.
Estas
observaciones las estoy compartiendo por este medio con un sinnúmero de
personas a las que nunca les he visto la cara, las que muy poco manifiestan y
comentan. Y sin embargo son los destinatarios de lo mejor que tengo que decir
al respecto de algunas cuestiones que no suelo compartir con mis compañeros de
oficina.
¿La
interacción social se profundiza o se rarifica en la superficialidad cotidiana?
Difícil saberlo.
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