Francisco
Albuquerque Casa de vidrio de Lina Bo Bardi (1950)
La
implicación de los pasos en los peldaños es una medida posible para apreciar la
hondura interior de una escalera.
Pero
sólo en algunos muy especiales rellanos se da con un magnífico calado propio de
las escaleras sabias. Este ejemplo, de Lina Bo Bardi, lo muestra con virtuosa
claridad didáctica.
No todos los peldaños deben contentarse con
la sucesión monótona, no todas las escaleras se deben agotarse en la victoria
sobre una altura, no todos los pasos
deben constreñirse a unir el punto de arranque con un único de llegada.
Hay escaleras
que se permiten a sí mismas constituir paseos en su hondura. Son quizá las
mejores.
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