Maestro de
Weltenchronik. Construcción de la Torre
de Babel (h.1300)
La
revisión del funcionalismo arquitectónico no es el único germen crítico de la
Teoría del Habitar. En efecto, tal teoría proviene también de la revisión de la
idea habitualmente recibida que equipara punto por punto la arquitectura con la
actividad profesional de los arquitectos.
En
realidad, aquello que efectivamente realizan los arquitectos es una
contribución parcial y especializada a toda una compleja actividad social de
producción. Pero si se advierte esto, entonces no es posible concebir una
actividad social de producción si no es considerando como antecedente necesario
una demanda social específica, así como una ulterior implementación práctica en
la vida social. Esto significa: entender la arquitectura en el entramado
integral de relaciones sociales implicadas por el desarrollo del hábitat
humano.
Estas
consideraciones críticas a la ideología corporativista habitual ponen en
evidencia el papel del habitar humano como causa material y final de unos actos
sociales totales y no ya un ejercicio social y cultural restringido.
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