Pierre-Auguste
Renoir (1841-1919) Durmiente junto al mar
(1897)
En la
vigilia hay dos dimensiones de naturaleza existencial que se despliegan más
allá del horizonte del lugar habitado.
Hacia
adelante se desarrolla la dimensión alethotópica,
que es la dimensión de lo que adviene como revelación. Mientras tanto, hacia
atrás, se hunde la dimensión tanatotópica,
que es la propia de lo ya vivido, la memoria, el olvido y la muerte.
En la
ceremonia del sueño parece haber una inversión; parecería que la mente se
arrebuja dando la espalda al futuro y encarando las simas del recuerdo y del
olvido. Mientras que el cuerpo reposa de sus fatigas, el psiquismo se precipita
a los complejos juegos de la memoria y el deseo.
Quizá
sea entonces que podamos averiguar algo verdaderamente nuevo si volvemos la
vista atrás, en dirección contraria a
la pantalla hechizante de los sueños.
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