Cataratas del
río Iguazú
Una
vez vuelta efectiva la presencia del sujeto en el lugar, la percepción
multisensorial y compleja comienza a percatarse de la emergencia del paisaje
como tal. Aquí puede señalarse, por lo general, una doble constatación. Por una
parte, un valor que suele deslizarse por el eje que opone lo bello y lo
sublime. Por otro, un tono emocional que se desarrolla en otro eje, el que
opone la adhesión ferviente y extática al rechazo visceral.
La aisthesis, la instancia superior de
percepción, es crucial e inevitable para el proceso de constitución del
paisaje, pero de ninguna manera es una instancia final o conclusiva. El paisaje
conoce muchas más dimensiones e instancias que la pura sensación.
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