La cuestión de qué tipo de ciudad queremos no puede estar divorciada de la
que plantea qué tipo de lazos sociales, de relaciones con la naturaleza, de
estilos de vida, de tecnologías y de valores estéticos deseamos.
David Harvey
¿Por
qué no pensar que el tipo de ciudad que podríamos querer solicitaría nuestros
sentidos y sensibilidad de un modo diferente?
Dicho
de otra manera: la ciudad que podríamos soñar quizá demande de una nueva
mirada, una nueva forma de escuchar, de palpar, de moverse. Quizá demande una
perspectiva de inmersión, en vez de la contemplación distante a la que estamos
acostumbrados. Quizá exija una revisión radical de valores estéticos.
La
ciudad que podríamos querer puede suscitar un calmado y gozoso estupor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario