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Comentarios preliminares sobre la Nueva Agenda Urbana (VII)

14. Para lograr nuestro ideal, resolvemos adoptar una Nueva Agenda Urbana guiándonos por los siguientes principios interrelacionados:
a) No dejar a nadie atrás, lo que supone poner fin a la pobreza en todas sus formas y dimensiones, incluida la erradicación de la extrema pobreza; garantizar la igualdad de derechos y oportunidades, la diversidad socioeconómica y cultural y la integración en el espacio urbano; mejorar la habitabilidad, la educación, la seguridad alimentaria y la nutrición, la salud y el bienestar, entre otras cosas, poniendo fin a las epidemias del VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria; promover la seguridad y la eliminación de la discriminación y todas las formas de violencia; garantizar la participación pública aumentando el acceso seguro y equitativo para todos; y facilitar el acceso equitativo para todos a la infraestructura física y social y los servicios básicos, así como a una vivienda adecuada y asequible;
b) Asegurar el desarrollo de economías urbanas sostenibles e inclusivas, aprovechando los beneficios que se derivan de la aglomeración resultante de una urbanización planificada, incluida la alta productividad, la competitividad y la innovación, lo que supone fomentar el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos; garantizar la creación de empleos decentes y el acceso equitativo para todos a las oportunidades y los recursos económicos y productivos; impedir la especulación de los terrenos; promover la tenencia segura de la tierra y gestionar la contracción de las zonas urbanas, cuando proceda;
c) Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, promoviendo el uso de la energía no contaminante y el uso sostenible de la tierra y los recursos en el desarrollo urbano; protegiendo los ecosistemas y la diversidad biológica, entre otras cosas alentando la adopción de estilos de vida saludables en armonía con la naturaleza; alentando modalidades de consumo y producción sostenibles; fortaleciendo la resiliencia urbana; reduciendo los riesgos de desastre; y mitigando el cambio climático y poniendo en práctica medidas de adaptación a este.

Nueva Agenda Urbana
Declaración de Quito sobre Ciudades y Asentamientos
Humanos Sostenibles para Todos, 2016 (Hábitat III)


Para no dejar a nadie atrás ¿no sería oportuno respetar a todos por igual y oír todas las voces? ¿Poner fin a la pobreza es una tarea asumible por el urbanismo? ¿Es acaso el elixir milagroso para todos los males sociales y económicos? ¿Cómo es que no se ha aplicado antes? ¿Acaso no deberíamos conceder todo el poder a los urbanistas, si es que cumplen tal cometido?

Cuestiones de apertura (41)

¿Describir, comprender y explicar la forma del habitar es una consigna razonable para una empresa teórica necesaria?

Cnossos, Creta

Reconstrucción parcial del Palacio de Cnossos en Creta

Dédalo

Cuando proferimos “Dédalo” generalmente queremos mencionar un paraje singularmente intrincado en sus caminos o algún asunto particularmente confuso o enmarañado. Pero lo que hacemos, en verdad es mencionar al Artífice del Laberinto. Dédalo es a la vez el paradigma de los artesanos especialmente mañosos (carpintero, ingeniero, arquitecto) y el autor del primer ejemplar de los laberintos.
En principio el patético rey Minos le exige el confinamiento seguro del Minotauro, lo que equivale al alojamiento profundo de la Culpa. Pero lo que efectivamente realiza Dédalo es un Laberinto, lo que equivale al complejo Palacio de Cnossos; en todo caso, a la casa de Asterión. Por otro lado, el palacio es tan vasto que puede confundirse en su intrincada disposición, a la propia Ciudad.
No hallará pompas mujeriles aquí ni el bizarro aparato de los palacios pero si la quietud y la soledad. (Borges, 1949)
Aquí Borges, como siempre, es clarividente: la arquitectura del Laberinto promete la quietud y la soledad de quien prefiere apartarse del mundo, Sin embargo, obsérvese:
La casa [de Asterión] es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo.
(Borges, op. cit.)
Dédalo, ya como un verdadero Demiurgo, concibe la arquitectura a título de autorrepresentación. Me lo descubrió mi hija Laura cuando tenía siete años: Nosotros somos un Laberinto.


La vida desde un balcón

José Benlliure y Gil (1855- 1937) El Carnaval en Roma (1881)


Las residencias burguesas incurren en balcones para que los señores puedan participar de la fiesta sin descender a la participación populachera y desenfrenada. Juntos, pero no entreverados. Tal es la arquitectura y el urbanismo burgués.

Mensajes en botellas lanzadas al mar

In memoriam Sergio Watenberg

Los libros, dijo una vez el poeta Jean Paul, son voluminosas cartas a los amigos.
(Sloterdijk, 1999)
En el primer día en que concurrí a la escuela, se sentó a mi lado un inquieto sujeto que me soltó, sin más preámbulo:
—¿Quieres ser mi amigo?
Me conmovió eso que mucho después llamaría prodigio a la vez de la sinceridad y de la sociabilidad.

Como nunca tuve el valor suficiente para llegar a estos extremos, me dedico torvamente a escribir en mensajes envasados en botellas al mar, a ver si consigo que alguien considere oportuno incluirme en su círculo de amistades.

Plumas ajenas: Tadao Ando

Realmente, hay que tomarse muy en serio los sueños

Tadao Ando

La medida de los pasos

Jean-Léon Gérôme (1824- 1904) Luis XIV en Versailles en 1674 (1878)

Hay tanto humildes escaleras como ampulosas escalinatas. Pero todas se miden con los pasos de los transeúntes.


La medida humana de todas las arquitecturas

Podemos medir los edificios con diversas unidades de medida.
Por ejemplo, podemos medir a los edificios comparándolos con uno, que sirva de parangón. De esta forma, en la arquitectura clásica griega todos los templos se miden, en cierta forma con el Partenón ateniense. También podemos medir los altos edificios corporativos entre sí, contemplando la tosca carrera hacia la mayor altura relativa.

Pero para medir la arquitectura (y no los edificios) necesitamos medirlos con la cadencia de nuestros pasos o el ritmo respiratorio o aún la secuencia cardíaca. Siempre la mediremos, ineludiblemente, con nuestro propio cuerpo cabe el espacio y el tiempo.

Comentarios preliminares sobre la Nueva Agenda Urbana (VI)

13. Imaginamos ciudades y asentamientos humanos que:
a) Cumplen su función social, entre ellas la función social y ecológica de la tierra, con miras a lograr progresivamente la plena realización del derecho a una vivienda adecuada como elemento integrante del derecho a un nivel de vida adecuado, sin discriminación, el acceso universal al agua potable y al saneamiento, así como la igualdad de acceso de todos a los bienes públicos y servicios de calidad en esferas como la seguridad alimentaria y la nutrición, la salud, la educación, las infraestructuras, la movilidad y el transporte, la energía, la calidad del aire y los medios de vida;
b) Alientan la participación; promueven la colaboración cívica; generan un sentimiento de pertenencia y propiedad entre todos sus habitantes; otorgan prioridad a la creación de espacios públicos seguros, inclusivos, accesibles, verdes y de calidad que creen las condiciones adecuadas para las familias; contribuyan a mejorar la interacción social e intergeneracional, las expresiones culturales y la participación política, según proceda; y fomentan la cohesión social, la inclusión y la seguridad en sociedades pacíficas y pluralistas, ciudades donde se satisfacen las necesidades de todos los habitantes, reconociendo las necesidades específicas de aquellos en situaciones de vulnerabilidad;
c) Logran la igualdad de género y empoderan a todas las mujeres y las niñas, asegurando la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de derechos en todas las esferas y en los puestos de liderazgo en todos los niveles de adopción de decisiones; garantizando el acceso a un trabajo decente y el principio de igual remuneración por igual trabajo o trabajo de igual valor, para todas las mujeres; y previniendo y eliminando todas las formas de discriminación, violencia y acoso contra las mujeres y las niñas en espacios públicos y privados;
d) Afrontan los desafíos y aprovechan las oportunidades de un crecimiento económico inclusivo y sostenible, presente y futuro, sacando los mejores frutos de la urbanización en aras de la transformación estructural, la alta productividad, las actividades con valor añadido y la eficiencia en el uso de los recursos, aprovechando las economías locales, y tomando nota de la contribución de la economía informal, al tiempo que prestan apoyo a la transición sostenible hacia una economía estructurada;
e) Cumplen sus funciones territoriales más allá de los límites administrativos, y actúan como centros e impulsores del desarrollo urbano y territorial equilibrado, sostenible e integrado a todos los niveles;
f) Promueven la planificación basada en la edad y el género e inversiones para una movilidad urbana sostenible, segura y accesible para todos, así como sistemas de transporte de pasajeros y de carga que hagan un uso eficiente de los recursos y que faciliten un vínculo efectivo entre las personas, los lugares, los bienes, los servicios y las oportunidades económicas;
g) Aprueban y ponen en práctica políticas de reducción y gestión de los riesgos de desastres, que reduzcan la vulnerabilidad, aumenten la resiliencia y la capacidad de respuesta ante los peligros naturales y humanos formuladas, y fomenten la mitigación y la adaptación al cambio climático;
h) Protegen, conservan, restablecen y promueven sus ecosistemas, recursos hídricos, hábitats naturales y la diversidad biológica, reducen al mínimo su impacto ambiental, y transitan hacia la adopción de modalidades de consumo y producción sostenibles.
Nueva Agenda Urbana
Declaración de Quito sobre Ciudades y Asentamientos
Humanos Sostenibles para Todos, 2016 (Hábitat III)

No hagas muchas pragmáticas; y si las hicieres, procura que sean buenas, y, sobre todo, que se guarden y cumplan
Cervantes


Cuestiones de apertura (40)

¿Cuál es la razón de reducir el habitar al simple alojamiento?

Marchar, discurrir, ir más allá

Edvard Munch (1863- 1944) Trabajadores de camino a casa (1914)


Una paciente, obstinada y esforzada marcha: en todo caso, siempre avanzar.

Avanzar

Afrontamos el mundo marchando.
Allí hasta donde llegue nuestra visión nos dirigimos transitando mientras la vida nos anime. Es natural que a este avanzar le atribuyamos las ideas del progreso, de prosperidad y de la aproximación, siempre relativa, a nuestras metas.
Siendo la marcha un movimiento, vincula el espacio con el tiempo. Si avanzamos, siempre lo hacemos según la flecha del tiempo. Transcurrimos, por otra parte, discurriendo. Por eso el pensamiento clarividente es avanzado.
Con el auxilio de la visión, siempre podemos ir más allá, adentrarnos en lo porvenir, en lo que conoceremos.

La profundidad perspectiva nos impulsa a avanzar

Vocación de los caminos en el bosque

Johan Krouthén (1858- 1932) Camino en el bosque (1909)


¿Hacia dónde nos conducirá esta senda? Algo difícil de definir nos mueve los pasos.

Plumas ajenas: Jorge Luis Borges

Tú, que me lees, ¿estás seguro de entender mi lenguaje?

Jorge Luis Borges, 1941

Hábito de borde

Peder Severin Krøyer (1851- 1909). Tarde veraniega em Skagen (1893)


¿Qué será de la playa cuando no se la habita con tal calma intensidad? Apenas una región indistinguible de la continuidad de la Naturaleza.

La existencia

El hombre empieza por existir, es decir, que empieza por ser algo que se lanza hacia un porvenir, y que es consciente de proyectarse hacia el porvenir, dice Sartre.
El habitar, condición humana que transforma meros sitios en lugares, también empieza por existir, lanzado (pro yecto) hacia un porvenir.

Habitar es un proyecto en donde se superponen no siempre punto por punto los sueños, los proyectos y la efectiva realidad de hombres y lugares.

Miradas sobre la ciudad

Joaquín Torres García (1874- 1949) City Hall (N.Y) (1942)


Nuestras ciudades merecen una mirada aguda capaz de lidiar con el horror tanto como con la fascinación, para lograr entrever, más allá, la ciudad que nos merecemos.

La arquitectura y el urbanismo que nos merecemos

Es de suponer que todo sujeto liberado de la condición panglossiana concederá que, como persona digna que se considera, tiene derecho a una ciudad adecuada, digna y decorosa. En el plano individual, nada hay que objetar. Consecuentemente, se le podrá entender cuando, ante el espectáculo deprimente de nuestras ciudades, afirme que su dignidad le hace merecedor de una ciudad mucho mejor. Y tendrá mucha razón.
Sin embargo, este sujeto deberá apreciar la constitución de su comunidad ciudadana. Y tendrá que rendirse a la evidencia que las ciudades están a la altura de los merecimientos de la sabiduría política de su comunidad. Ni más ni menos. Tanto las injusticias como las infelicidades ciudadanas son expresión de las carencias propias de la inteligencia comunitaria.

Es forzoso, entonces, que la comunidad elabore, discuta y consensue nuevas demandas, acuerdos, instrumentos y proyectos sociales de ciudad.

Comentarios preliminares sobre la Nueva Agenda Urbana (V)

11. Compartimos el ideal de una ciudad para todos, en cuanto a la igualdad en el uso y el disfrute de las ciudades y los asentamientos humanos, buscando promover la integración y garantizar que todos los habitantes, tanto de las generaciones presentes como futuras, sin discriminación de ningún tipo, puedan crear ciudades y asentamientos humanos justos, seguros, sanos, accesibles, asequibles, resilientes y sostenibles, y habitar en ellos, a fin de promover la prosperidad y la calidad de vida para todos. Tomamos nota de los esfuerzos de algunos gobiernos nacionales y locales para consagrar este ideal, conocido como “el derecho a la ciudad”, en sus leyes, declaraciones políticas y cartas.  

Nueva Agenda Urbana
Declaración de Quito sobre Ciudades y Asentamientos
Humanos Sostenibles para Todos, 2016 (Hábitat III)

No se trata de ideales, se trata de realidades que será forzoso hacer posibles.
De una sociedad que en verdad sea para todos, que desarrolla una economía para todos, entonces se desarrollan las condiciones para una verdadera ciudad para todos o, mejor aún, un hábitat para todos.
Sólo con la más amplia participación política popular se conseguirá no sólo la igualdad en el uso y el disfrute de las ciudades, sino la autoconstrucción de éstas como comunidades de poblamiento. Este aspecto de autoorganización política participativa está, significativamente, omitido.

Puede que, en vez de proliferar en especificaciones, se pueda resumir una meta posible y pertinente: desarrollar lugares para vivir adecuados, dignos y decorosos para todos sin excepción y en forma integrada y generalizada. Pero esta formulación, si se repasa con cuidado, no es equivalente a la de la NAU.


Cuestiones de apertura (39)

¿Cómo puede disponerse, de modo sistemático, la cuestión de las dimensiones humanas en la ciencia del habitar?

Composición urbana sobre la profundidad perspectiva

Telemaco Signorini (1835- 1901) Calle en el ghetto de Florencia (1882)


En otras palabras, una calle. Un suelo acondicionado para la marcha, fachadas más o menos paralelas con una precisa relación entre su separación y sus alturas. Allí donde se halla el foco en el horizonte, quizá radique la meta de nuestro deambular.

La primera de las dimensiones fundamentales del lugar

La actividad de la marcha promueve en el cuerpo el despliegue de una dimensión que llamaremos, en principio, profundidad. Se trata de una extensión medida a pasos cuando no se cuenta con el auxilio de un vehículo. En tanto proviene de un movimiento fundamental supone no sólo espacio sino también tiempo.
En la medida en que la mirada se coordina con la marcha, el cuerpo abre una perspectiva: señala un punto en un horizonte y tiende una recta entre el propio cuerpo y en el foco. Con esta recta estructuramos el mundo tal como se nos presenta. Por ello podemos hablar ahora de profundidad perspectiva.

Como puede fácilmente entenderse, la vida consta de un discontinuo pero pertinaz desplazamiento dirigido siempre hacia el inalcanzable foco en el horizonte. Por esta causa, la profundidad perspectiva constituye, quizá, la primera de las dimensiones fundamentales del cuerpo-en-el-lugar.

Profundidades

Anatoli Akimovih Nenartovich (1915- 1988) La tubería de gas (1959)


Conviene destinar cierta atención a todo lo que yace en las profundidades y que hace del suelo urbano un sustrato necesario para el habitar.

Descender

Si elevarse es toda una categoría que orienta superiormente a los más diversos movimientos en el espacio y el tiempo, no puede serlo menos descender.
Quien desciende baja de alguna eminencia, cae y se postra, ahonda en lo profundo. Descender disminuye, decae, declina una posición, un papel, un estado. Los existencialistas afirman que caemos en la existencia, en el estado de yecto. Descender nos hace adoptar el talante de los líquidos que fluyen y se precipitan, como en un sino fatal.
Por otro lado, el ímpetu de la lógica hace que de unas premisas deriven forzosamente las conclusiones que se originan en lo alto y que se deducen por su peso, por la operación de la fuerza de gravedad, que tiene mucho de destino.
Descender hace disminuir ciertas calidades: aquello que desciende declina en su estado. También decrece la cantidad: descender aminora.

Todo es descender desde que afanosamente nos deslizamos por el canal del parto. Luego, yacemos postrados largamente reuniendo las energías que, un día, nos permitirán erguirnos sobre nosotros mismos.

Edificio imposible, arquitectura soberbia

Charles Gussin (s/d) La torre de Babel (1690)

La Torre de Babel, en tanto edificio, es un emprendimiento meramente desatinado e imposible. Pero como arquitectura, es ejemplar en su soberbia: arrogante, en efecto, es concebirla, soñarla y habitarla.


Cosas construidas y arquitecturas habitadas

En arquitectura es conveniente distinguir entre la cosa construida y la arquitectura habitada.
Un edificio, en sí y para sí, es apenas una cosa útil, una escultura visitable. Mientras tanto, la arquitectura habitada es, con mucho, una entidad de otra naturaleza que una cosa: es un vínculo sujeto/lugar que adopta una forma contingente referida por la existencia humana.

Conviene tener una prolija prudencia para considerar qué es lo que tenemos delante cuando nos confrontamos con la arquitectura de un edificio.

Cumbres

Émile Friant (1863- 1932) Viaje al infinito (1899)


El infinito que vale la pena proponerse como meta parece estar allá en lo alto de las cumbres más eminentes, allí donde la tierra deja su lugar al cielo.

Elevarse

Elevarse es toda una categoría que orienta superiormente a los más diversos movimientos en el espacio y el tiempo.
Es que humillados en lo bajo, aspiramos a lo alto, a lo eminente y noble. Elevarse no sólo es subir, también es emerger, surgir y revelarse. El camino a lo elevado, a lo prominente, a lo encumbrado, supone también un crecimiento. Si  a uno le va bien en la jerarquía de su trabajo, entonces, asciende, progresa, se enaltece. Por otra parte aún, elevar también significa construir, erigir, edificar.

Y así nos hallamos, siempre orientados hacia arriba, mirando alto, izados a la esperanza, la ilusión o la soberbia

Aporte interesante

Mi gran amiga Angélica Sangronis me da la noticia que existe en Ecuador una Secretaría del Buen Vivir. Me parece tan delirante que tal cosa suceda que no pude más que comprobar que en la Red puede consultarse, con seguro provecho el siguiente material:
http://www.secretariabuenvivir.gob.ec/wp-content/uploads/2016/07/Qu%C3%A9-Por-qu%C3%A9-C%C3%B3mo-libro.pdf
Invito a consultar y discutir estos contenidos.
A don Julio Cortázar le hubiese divertido y mucho: salud, cronopios.

Comentarios preliminares sobre la Nueva Agenda Urbana (IV)

5. Al reorientar la manera en que se planifican, se diseñan, se financian, se desarrollan, se administran y gestionan las ciudades y los asentamientos humanos, la Nueva Agenda Urbana ayudará a poner fin a la pobreza y al hambre en todas sus formas y dimensiones; a reducir las desigualdades; promover un crecimiento económico, sostenible, inclusivo y sostenido; lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas a fin de aprovechar plenamente su contribución vital al desarrollo sostenible; mejorar la salud humana y el bienestar; fomentar la resiliencia; y proteger el medio ambiente.  

Nueva Agenda Urbana
Declaración de Quito sobre Ciudades y Asentamientos
Humanos Sostenibles para Todos, 2016 (Hábitat III)

¿Ingenuidad o mala fe?
¿Cómo puede sostenerse, en un texto elaborado por un colectivo de especialistas que la pobreza, el hambre, las desigualdades, la insostenibilidad y otras cuestiones son afectadas por imperio de la planificación, diseño, financiación, desarrollo, administración y gestión de las ciudades?
Probemos con la hipótesis de la ingenuidad.
Afirmar algo semejante equivale a sostener que el desarrollo urbanístico es causa del desarrollo socioeconómico. Pero lo que sucede, en realidad, es que es apenas una de sus consecuencias.

Pero si probamos con la hipótesis de la mala fe, entonces resulta más que claro que los redactores de esta Nueva Agenda omiten toda mención a la necesaria intervención política y económica en la base material del ordenamiento social como condición previa y concomitante para el desarrollo urbano.

Cuestiones de apertura (38)

La forma es un lenguaje y ese lenguaje debe sernos inteligible…
Eladio Dieste

¿La forma es un lenguaje? ¿Este lenguaje debe sernos inteligible?

Fuente de renovación del arte moderno

Marcel Duchamp (1887- 1968) Fuente (1917)


La realización artística que supuso un crucial punto de inflexión histórico.

El efecto Duchamp en la vida cotidiana

Debemos al sarcasmo de Duchamp (y de la propia historia del arte) el hecho que un mingitorio señale un antes y después en el arte contemporáneo.
Claro está que no es un humilde artefacto sanitario: es un manifiesto sobre la difícil —o imposible— misión de definir el arte. El artista, en este caso ha elegido un objeto, lo ha resituado y ha propuesto apreciarlo como obra de arte y con eso basta.
Naturalmente, la actitud Duchamp no puede diseminarse a cada uno de los mortales y a cada uno de los objetos elegibles. Alcanza con la posibilidad de hacerlo en ciertas circunstancias.

El efecto Duchamp sobre los objetos de la vida cotidiana es una tenue sospecha sobre su estatuto: los objetos mismos torvamente aguardan una mirada que los vuelva extraños, nuevos, inesperados, reveladores.

Deambulatorios

Pieter Jansz Saenredam (1597- 1665) Vista de la girola de San Bavokerk en Haarlem (1635)


De deambular se trata, no meramente circular.

Circulaciones

Quiso la arquitectura renovadora del siglo XX que el deambular se restringiera a la pura función de circular.
Pero circular es apenas desplazarse de un punto a otro. Si uno considera así la cuestión, todo parece reducirse a minimizar el trayecto y a optimizar la velocidad. Llegado a la meta, el esfuerzo óptimo ha vencido la distancia.
Deambular es otra cosa, mucho más compleja, más rica y más congruente con la vida humana. Deambular es desplazarse, sí, pero no simplemente de un punto a otro del espacio, sino reemplazar los lugares vividos en una sucesión (promenade, en francés) en donde cada instante está dotado de significado, y que es más que simplemente una expectativa por alcanzar una meta. Deambular es acontecer el camino. La arquitectura, para Le Corbusier se deja apreciar y comprender con una sabia promenade architecturale.

Ahora, uno, o bien puede concebir una arquitectura con sucintas circulaciones o bien urdir una arquitectura apta para que la gente deambule. Aquí nos inclinamos por la segunda opción.

La biblioteca absoluta

Etienne-Louis Boullée (1728- 1799) Proyecto de una biblioteca (1785)

La Biblioteca existe ab alterno. De esa verdad cuyo corolario inmediato es la eternidad futura del mundo, ninguna mente razonable puede dudar. El hombre, el imperfecto bibliotecario, puede ser obra del azar o de los demiurgos malévolos; el universo, con su elegante dotación de anaqueles, de tomos enigmáticos, de infatigables escaleras para el viajero y de letrinas para el bibliotecario sentado, sólo puede ser obra de un dios. Para percibir la distancia que hay entre lo divino y lo humano, basta comparar estos rudos símbolos trémulos que mi falible mano garabatea en la tapa de un libro, con las letras orgánicas del interior: puntuales, delicadas, negrísimas, inimitablemente simétricas.
Jorge Luis Borges, 1941

Elogio de la biblioteca

Yo afirmo que la Biblioteca es interminable. Los idealistas arguyen que las salas hexagonales son una forma necesaria del espacio absoluto o, por lo menos, de nuestra intuición del espacio. Razonan que es inconcebible una sala triangular o pentagonal. (Los místicos pretenden que el éxtasis les revela una cámara circular con un gran libro circular de lomo continuo, que da toda la vuelta de las paredes; pero su testimonio es sospechoso; sus palabras, oscuras. Ese libro cíclico es Dios.) Básteme, por ahora, repetir el dictamen clásico: La Biblioteca es una esfera cuyo centro cabal es cualquier hexágono, cuya circunferencia es inaccesible.

Jorge Luis Borges, 1941.

La celebración tiene lugar

Peder Serverin Krøyer (1851- 1909) ¡Hip, hip, hurra! (1888)


Cuando la arquitectura se aprecia henchida de vida, sólo cabe entenderla tanto en el espacio como en el tiempo. Situación, sí, pero también acontecimiento.

Tiempo y arquitectura

Desde fines del siglo XIX, se ha considerado que la arquitectura es un arte o técnica del espacio.
A la luz de la Teoría del Habitar es necesario, oportuno y útil incorporar la dimensión del tiempo en arquitectura.
Es necesario, porque el habitar efectivo se comprende tanto en el espacio como en el tiempo y en la experiencia concreta, ambas dimensiones son inescindibles.
Es oportuno, porque la vivencia de la arquitectura es una experiencia que se desarrolla de una manera especial en el movimiento.

Es útil, en fin, porque la realidad efectiva de la arquitectura se manifiesta como un fenómeno de campo, esto es, como situación y también como acontecimiento.

Comentarios preliminares sobre la Nueva Agenda Urbana (III)

4. Las acciones emprendidas hasta el momento distan mucho de ser una respuesta a estos y otros desafíos existentes y nuevos, y es necesario aprovechar las oportunidades que presenta la urbanización como motor impulsor del crecimiento económico, social y cultural sostenido e inclusivo, y de la protección del medio ambiente, así como de sus posibles contribuciones al logro de un desarrollo transformador y sostenible.

Nueva Agenda Urbana
Declaración de Quito sobre Ciudades y Asentamientos
Humanos Sostenibles para Todos, 2016 (Hábitat III)

¿Cuáles son las acciones emprendidas hasta el momento? ¿De qué naturaleza?
Si se refiere a las acciones arquitectónicas y urbanísticas forjadas más allá de los movimientos de cambio social, ¿qué otra cosa cabría esperar?
Si se refiere a las acciones arquitectónicas y urbanísticas concebidas como causa eficiente per se del cambio social, ¿qué otra cosa cabría esperar?
Si se refiere a las acciones arquitectónicas y urbanísticas concebidas y realizadas en oposición al cambio social, ¿qué otra cosa cabría esperar?
Algo cabe sospechar y es que se anticipa en forma retórica una panoplia de presuntas soluciones concebidas, desarrolladas y a implementarse como presuntas novedades siempre que se entienda que es la urbanización una oportunidad de acción en sí misma.
Pero el problema verdadero es que la urbanización, desarrollada en el marco de las actuales condiciones socioeconómicas no es la oportunidad, sino precisamente, una manifestación palpable del problema.
El quid de la cuestión está, como siempre, en la dirección cabal del cambio social, el que enmarcará y alentará verdaderas alternativas de síntesis de la forma de habitar en el futuro.


Cuestiones de apertura (37)

¿Qué es lo que estamos escribiendo en este momento en el palimpsesto de nuestras ciudades?

El palacio de la época de la burguesía triunfante

François-Joseph Luigi Loir (1845- 1916) La salida del emperador de Rusia de la fiesta de gala en la Ópera. (1896)


La representación no se restringe al escenario interior: un drama social se sigue figurando en la Avenida. De usted, espectador, depende si aquí se aprecia un drama, una comedia o aún una farsa.

Los fastos

Hay momentos en que hasta los más necesitados incurren en la necesidad de ostentar lujos. Cuando estos implican afectación en el gesto y vanidad en la actitud, se habla de fasto.
Se cae entonces en el gasto exagerado, en la magnificencia de la ceremonia y de la adecuación superior del lugar. De la simple casa, entonces, se pasa al palacio, de todo aquello que se manifiesta común u ordinario se pasa a lo singular, lo único, lo sobresaliente

En la ceremonia fastuosa se ordenan lugares y personas, componiendo las figuras del Orden social impuesto a través de jerarquías y reparto de papeles en la representación de este orden: protagonistas exhibidos ante el público que sólo tiene que aplaudir.