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Miseria de la historia de las ideas

Maximilen Luce (1858- 1941) Una calle de París en mayo de 1871 (1906)


Algunas ideas no logran imponerse en la razón social sino con el costo de vidas. Miserias de nuestra civilización. Hay ideas que extrañan y sumen en el miedo a los poderosos que reaccionan reprimiéndolas en el cuerpo de la gente que las defiende. Muy luego, los empecinados sobrevivientes las imponen en un nuevo sentido común.

Las moradas del cuerpo

El diseño arquitectónico puede comenzar a desarrollarse a partir de la consideración de las moradas del cuerpo.
Si bien el proyecto de un edificio más o menos complejo debe originarse en un “partido” que sintetice a priori un esquema funcional global, una disposición formal espacial y un esbozo constructivo primario, el diseño en detalle de cada ámbito y rincón puede considerarse una cierta morada del cuerpo.
Con esta expresión buscamos caracterizar la arquitectura íntima del espacio habitado de modo concreto, con una forma, dimensiones y proporciones adecuadas para albergar el cuerpo y sus actividades diferenciadas.

Hacer tema de lo infraordinario

Antonio López García Lavabo y espejo (1967)


 Ya lo planteó Georges Perec ¿cómo dar cuenta de ello, cómo interrogarlo, cómo describirlo?

Una tesis sobre la arquitectura profunda de la casa

Más allá de las determinaciones particulares de forma y contenido, existe una arquitectura profunda de la casa que se desarrolla en los límites escalares, los laberintos del habitar y en las ceremonias de tránsito y estancia propios de sus ámbitos.
Esta arquitectura profunda de la casa constituye un patrón antropológico fundamental que ofrecerá un valor heurístico operativo para la reflexión.

La consigna será entonces: para quienes pensamos en la forma de la arquitectura, meditar sobre la contraforma del habitar como forma del contenido.

Emociones

Vilhelm Hammershøi (1864- 1916) Interior… (1911)


Allí donde se posa la luz y a la vez se sumen las penumbras se encuentra una emoción esencial al habitar.

Algo que debiéramos haber pensado antes

Gran parte de la formación de los arquitectos rota en torno a la idea de prosecución de la excelencia en el logro de la obra de arte maestra.
Por lo general, se tiene a la arquitectura tenida por excelente como una feliz excepción, una escasa ocurrencia en un más o menos extendido ejercicio profesional en el territorio y el tiempo. Por ello, la obra de arte maestra arquitectónica constituye, siempre y necesariamente, un objeto singular.

Pero, si pensamos en las implementaciones sociales de la arquitectura ¿La excelencia arquitectónica no debiera ser, en todo caso, una meta alcanzada en el ejercicio corriente y cotidiano del oficio?

Para entendernos mejor. Hoy: Biblioteca

Definición
1. Lugar en que se atesoran, estudian y exhiben libros y otros documentos.

Cuestiones de apertura (4)

Aquí se sospecha que la Teoría del Habitar podría constituir, con rigurosa formulación, una específica ciencia para la arquitectura.
No obstante, esto está muy lejos de constituir una idea recibida, así que:

¿Es una ciencia del habitar el núcleo epistemológico de la arquitectura o es otro?

Peregrinaciones

Émile Claus (1849- 1924) El camilo a la escuela (s/f)


Toda senda tiene una meta al final y varios hitos en los que distraerse con gozo. Feliz edad cuando todo era descubrir.

Plumas ajenas: Marcos Winograd

[Según Zevi] “La arquitectura no existe, lo que existe son arquitectos”. Este es un principio conceptual que ya no pertenece sólo a Zevi, sino que —consciente o inconscientemente— está generalizado en la mayoría de quienes debaten sobre el concepto de arquitectura, porque, como veremos más adelante, alrededor de esta noción de que arquitectura es aquello que hacen los arquitectos y violando toda regla filosófica de verdad, se construyó la mayor parte del pensamiento arquitectónico en boga durante los años recientes.

(Winograd, 1988)

Problema más complejo de lo que parece

Berenice Abbott (1898- 1991) Chozas de desempleados en Manhattan (1935)


Es cierto que estas no son condiciones adecuadas para vivir. También es cierto que la mera provisión de una vivienda adecuada sólo es una parte de una solución al problema

Epistemología en breve

Una teoría de la arquitectura se constituye explícitamente como una disciplina cuando —y sólo cuando— formula con claridad las categorías límite del campo del saber que le es propio. Si esta teoría se compromete con la realidad de su objeto, entonces —parafraseando a Bachelard— una teoría de la arquitectura no es “lo que podríamos pensar” acerca de la arquitectura, sino lo que “hubiéramos debido pensar”.

Fachada urbana hacia el agua

Colin Campbell Cooper (1856- 1937) El frente sobre el río Hudson (1921)


Las ciudades que tienen la fortuna de desarrollarse cercanas al agua tienen un compromiso mayor: según aparezcan al viajero desde allí, así se presentarán, tal cual son y merecen ser.

Plumas ajenas: Gaston Bachelard

El conocimiento de lo real es una luz que proyecta siempre sombras en alguna parte. Nunca es inmediata y plena. Las revelaciones de lo real son siempre recurrentes. Lo real no es nunca “lo que podríamos pensar” sino lo que hubiéramos debido pensar. El pensamiento empírico es claro después, cuando el aparato de las razones ya está a punto. Volviendo sobre un pasado de errores, encontramos la verdad en un verdadero arrepentirse intelectual. De hecho, se conoce contra un conocimiento anterior, destruyendo conocimientos mal hechos, remontando lo que, en el propio espíritu, impide la espiritualización.
La idea de partir de cero para crear y aumentar su haber sólo puede venir de las culturas de simple yuxtaposición en las que un hecho conocido se convierte inmediatamente en riqueza. Pero frente al misterio de lo real, el alma no puede convertirse, por decreto, en ingenua. Es pues imposible hacer tabla rasa de un solo golpe, de los conocimientos habituales. Frente a lo real, lo que se cree saber claramente ofusca lo que deberíamos saber. Cuando se presenta a la cultura científica, el espíritu nunca es joven. Incluso es muy viejo, ya que tiene la edad de los prejuicios. Acceder a la ciencia, significa rejuvenecerse espiritualmente, aceptar una mutación brusca que debe contradecir un pasado.

(Bachelard, 1971)

Para entendernos mejor. Hoy: Museo

Definición
1. Lugar en que se atesoran, estudian y exhiben bienes de diversa naturaleza (artística, científica, histórica y otras).

Cuestiones de apertura (3)

¿Se puede dar una formulación mejor del habitar que la que realiza Martin Heidegger?
Afirma que habitar es el modo en que son los mortales en la tierra.
Parte no menor de todo lo que se ha desarrollado en este blog proviene de esta fórmula.
Pero:

¿Una propuesta alternativa no dará lugar a otras derivas interesantes?

¿Cómo pueden vivir así?

Artículo interesante sobre las perversiones de la ¿política de vivienda?
http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?302598,316

La forma recurrente del tedio

George Tooker(1920- 2011) Sala de espera (1959)


A cosas así le llamamos vivir. Estar a la espera que algo suceda y ejercer las formas antiheroicas del aburrimiento.

Más sobre el “problema de la vivienda” (II)

¿Qué significa Se trata de acceder de modo socialmente inclusivo a una trama compleja de lugares para vivir la ciudad.
  • El verdadero problema social no se circunscribe a contar con un techo y unas paredes, según las constricciones de mínimos administrativos de habitabilidad, situados en cualquier sitio y conectados de cualquier manera a la estructura urbana.
  • No se trata de extender de manera caótica y empobrecedora la mancha urbana hacia el territorio circundante, malamente provisto de infraestructuras de servicios y penosamente distanciado de la vida de la ciudad consolidada.
  • Tampoco se reduce el problema al puro alojamiento, sino que implica la consolidación de residencia y domicilio en la estructura urbana existente.

Acondicionamientos elementales

Helen McNicoll (1879- 1915) A la sombra del toldo (1905)


En ocasiones el habitar es tenue, sutil. Basta con articular una región de sombra en una solana. Y eso constituye, sencillamente, un aquí.

Más sobre el “problema de la vivienda” (I)

El acuciante reclamo social por viviendas debe ser reelaborado.
No se trata de la provisión de un satisfactor simple, sino de una compleja operación de población y desarrollo de la ciudad existente.
Decir que hay sectores depauperados de la sociedad que necesitan una vivienda es sólo decir una parte de la verdad. Se trata de una demanda social de lugares para habitar. Esta demanda sólo aparece parcialmente formulada en el requerimiento por unas viviendas adecuadas y asequibles.

Se trata de acceder de modo socialmente inclusivo a una trama compleja de lugares para vivir la ciudad.

La materia con que está hecha una escalera

Edward Burne-Jones (1833- 1998) La escalera dorada (1880)


Una escalera no se reduce a su carácter de cosa (de madera, aún de oro). Una escalera es todo un lugar en donde coexisten los peldaños y aquellos que bajan.

Sobre lo que necesitaría el comitente

En vez de presuponer, de modo soberbio y despótico, aquello que el comitente necesita, los arquitectos deberíamos indagar en las capas profundas de su deseo.
Allí tienen lugar las verdaderas motivaciones que mueven a los sujetos. Se trataría de indagar analíticamente el trasfondo de los requerimientos, que aparecen apenas en forma falazmente racionalizada en los requerimientos más o menos explícitos.

Porque la clave está en lo que no llega a decirse.

Para entendernos mejor. Hoy: Celda

Definición
1. Cada uno de los aposentos donde se encierra a los presos en las cárceles celulares.║ 2. Aposento individual en colegios o conventos.

Cuestiones de apertura (2)

En la primera entrada de este blog se ha escrito: Antropólogos, están desafiados.
Sucede que es atronador su silencio. No parece que los antropólogos tengan el menor interés en responder, así sea unas palabras de mera cortesía. Entonces:

¿Habrá que improvisarse como antropólogos o habrá que seguir razonando, operando y produciendo como arquitectos?

Tenues horrores cotidianos

George Tooker(1920- 2011) Oficina gubernamental (1956)


Ah de esos lugares en donde nuestra humanidad queda reducida a un número de expediente y donde algunos congéneres hacen lo posible para disimular precisamente esa condición. Habitamos entonces tenues horrores cotidianos.

Plumas ajenas: Jan Mukařovský

Lo estético, es decir la esfera de la función, la norma y el valor estético está, pues, ampliamente extendido sobre la esfera global de la actividad humana, siendo un factor importante y multilateral de la práctica de la vida; no tienen razón aquellas teorías estéticas que lo limitan a uno sólo de sus aspectos múltiples, declarando como objetivo de la intención estética únicamente el placer, la expresión o la excitación emocional, o el conocimiento, etc. Lo estético incluye todos estos aspectos y muchos otros, particularmente en su manifestación superior, el arte; de todos modos, a cada uno de estos aspectos le incumbe sólo aquella parte que le corresponde en la formación de la postura global del hombre frente al mundo.

(Jan Mukařovský, 1936)

La estancia burguesa

Albert Chevalier (1862- 1925) La sala de estar de Grey (1917)


La burguesía ha desarrollado, con empeño y decisión, un modelo social del habitar decoroso. Cabe preguntarse si las clases sociales emergentes podrán, a su vez, configurar convincentemente su propio y distintivo decoro.

Una especulativa proyectación arquitectónica

Imagine.
Que dispone de una pantalla en donde Usted puede soñar la vida humana, en todos y cada uno de sus aspectos. La vida no quedará detenida en ningún momento o circunstancia particular, sino que palpitará a su ritmo.
Entonces y con gran delicadeza, Usted dispone de un sutil tegumento que permita conferir  a la vida ciertas alegrías elementales tales como la luz y el calor del sol, la frescura del aire que corre, las sombras que todo lo resguardan y cosas así.
Entonces y sólo entonces, Usted podrá acondicionar constructivamente esa tenue membrana, con lo que habrá alcanzado, si no la gloria del Prizker, por lo menos la tranquilidad de conciencia de haber cumplido una noble misión.

No deje de imaginar, por favor.

Sobre la extrañeza y la extranjería

Evariste Carpentier (1845- 1922) Los extranjeros (1887)


No se trata de deambular por cualquier lugar en las mismas condiciones. De lo que se trata es de construir, en cada locación, una especial relación entre nuestras señas de identidad y las de aquellos que son, legítimamente, lugareños.

Principales impactos ambientales de la habitación

La habitación implica una franca presión sobre los recursos energéticos: electricidad, combustibles fósiles y caudales renovables.

También presiona sobre el agua apta para su uso potable y se la contamina agudamente en su empleo. La densificaciòn de la habitación promueve activamente el tránsito vehicular, el tráfico de mercancías y la producción de desechos. 

Artículo interesante de Pedro Azara

Por suerte, en la Red hay gente que sabe y enseña. Véase con provecho el artículo de Pedro Azara;

http://tochoocho.blogspot.com.uy/2016/03/floro-y-lauro-patronos-de-la.html

Para entendernos mejor. Hoy: Aula

Definición
1. Sala donde se celebran las clases en los centros docentes║ 2. Ámbito especialmente destinado a la interacción enseñanza-aprendizaje, en el marco de una institución de enseñanza formal.

Cuestiones de apertura (1)

Hasta aquí, hemos desarrollado una Teoría del Habitar como teoría necesaria para dar cuenta de una finalidad trascendente de la arquitectura.
Pero:

¿Acaso es necesaria tal Teoría para el desempeño profesional del arquitecto o, en todo caso, es materia propia de antropólogos u otros científicos sociales?

Tenso equilibrio inestable

Hugo Simberg (1873- 1917) Danza en el muelle (1903)


Lo notable de este cuadro puede radicar en la tensión entre la dimensión seria y esforzada del muelle en contraste dinámico con el gozo de la danza. ¿Se celebra el término de la obra? ¿Se conquista lúdicamente un lugar?

Acerca del paisaje

El paisaje no debe confundirse con la manifestación del sitio, esto es, su constitución natural como fenómeno. Un paisaje constituye un escenario para quien lo habita y sólo entonces adquiere una peculiar significación propia ya de un lugar.

El paisaje es una estructura vincular objetiva-subjetiva de naturaleza perceptiva ambiental. Si el territorio estaba signado por el dominio efectivo, el paisaje aparece signado por su parte por la percepción y la expectativa que resulta de la valoración. Esta valoración transforma a un sitio en un bien o una cosa con valor y este valor, que en principio es estético, deviene, antes o después en un valor económico o afectivo. Todos y cada uno de nuestros sitios habitados en forma particular tienen lugar efectivo en un paisaje obrado por el habitar humano como condición.

Expansiones en el lugar

Ilya Repin (1844- 1930) La velada (1881)


Cuando aflojan las tensiones del imperio de la Norma —verticales— se expanden las prácticas del juego, de la dicha y del intercambio intersubjetivo, cosas que tienen un decidido componente horizontal. A la ley impuesta le sustituyen las reglas gozosas del consenso. Y la gente es más feliz entonces.

Sobre “el problema de la vivienda”

La falaz formulación del problema de la vivienda de interés social revela la inconsecuencia política de una concepción que entiende el problema del habitar contemporáneo en clave de acceso a un satisfactor. Es así que se produce, financia y coloca, no sin grandes dificultades, viviendas relativamente abaratadas —que no baratas— para los sectores depauperados, cuando de lo que se trata es de desarrollar la ciudad y cada uno de sus lugares de una forma democrática, inclusiva y justa.

Esta sensible línea que recorta la ciudad sobre el cielo

Carl Gustav Carus (1789- 1869) Vista de Florencia (1841)


Gran parte del logro estético de la arquitectura de un lugar radica en la sabia y sensible línea que recorta su perfil sobre el cielo. Es necesario tratarlo con cuidado.

¿Podemos responderle a Adela Cortina?

Cabe plantearse ciertas cuestiones presentadas por Adela Cortina.
La primera pregunta es: “¿qué podría significar el término «excelencias» en una sociedad inmisericorde y competitiva?” (Cortina, 1986: 139). En nuestro contexto significa someter a crítica rigurosa la idea de excelencia arquitectónica en su relación a quiénes y cómo se las implementa, tanto en la habitación como en otros aspectos. Una sociedad inmisericorde y competitiva promueve una falaz idea de la excelencia como raros y exclusivos logros reservados a ciertos sectores sociales, a la vez que promueve la segregación socioespacial de los distintos.
La segunda cuestión es: “¿cuáles serían las virtudes envidiadas por una sociedad consumista, estratégica y corporatista?” (Cortina, 1986: 139). Hay que preguntarse aquí si una sociedad así caracterizada tiene alguna virtud envidiable. Si el habitar, como práctica social consuma la arquitectura del lugar, el mero consumo es una conducta pobre, tanto en su perspectiva ética como en su vivencia humana. En todo caso virtudes como la adecuación, la dignidad o el decoro sólo tienen verdadera cabida en un marco social que integre la producción social del habitar a sus habitantes como destinatarios recreadores y no como simples consumidores.

Por fin, la última cuestión reza: “¿cuál sería el ideal de felicidad, el ideal de una imaginación bombardeada por todo género de propaganda?” (Cortina, 1986: 139). A esto cabe responder preguntándose si toda propaganda, que bombardea la imaginación —y esto sólo es posible si se sitúa enfrente del sujeto y opuesto a éste— podría engendrar un ideal de felicidad propio del sujeto. Planteada así la cuestión, no cabe duda que para dar con algún ideal genuino de felicidad no hay otro modo éticamente aceptable que situarse en el interior del sujeto, promoviendo que sea éste y sólo éste, el que elabore por su cuenta el ideal de felicidad. Luego de ello, cabría esperar una situación ética dialógica, no necesariamente ideal, pero sí operativa, donde los iguales confronten y consensuen conceptos críticos sobre la felicidad social.