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Ese discreto encanto

Jan Steen (1626- 1679) Adolf Croeser y su hija Catarina (1655)

Allá por aquellos tiempos, las casas burguesas apenas tenían dos escalones de altura sobre las aceras. Apenas una reja y un asiento significaban tener otra condición que la menesterosa.

Antes de incurrir en una cavilada caridad, este gros bonhomme examina la carta carnet que prueba la legitimidad de la mendiga. 

Plumas ajenas: Josep Muntañola

En la actualidad existe un cierto consenso respecto a la diferencia entre los conceptos de espacio y de lugar. El primero tiene una condición genérica, indefinida, y el segundo posee un carácter concreto, existencial, articulado, definido hasta los detalles. El espacio se basa en medidas, posiciones y relaciones. Es cuantitativo; se despliega mediante geometrías tridimensionales, es abstracto, lógico, científico y matemático; es una construcción mental. Aunque el espacio quede siempre delimitado -tal como sucede de manera tan perfecta en el Panteón de Roma o en el Museo Guggenheim de Nueva York- por su misma esencia tiende a ser infinito e ilimitado. En cambio, el lugar viene definido por sustantivos, por las cualidades de las cosas y los elementos, por los valores simbólicos e históricos; es ambiental y está relacionado fenomenológicamente con el cuerpo humano.

(Muntañola, 1993)

Pieza arrancada de su contexto

Edward Hopper (1882- 1967) La casa junto a la vía férrea (1925)


Parte no menor del interés de esta pintura radica en que la casa cuenta con una arquitectura tal que parece que, situada en el costado de una vía de tren, parece arrancada de un contexto urbano y posada fantasmagóricamente allí.

Proyecto social del hábitat

Si se considera la arquitectura como la resultante exclusiva y específica de la profesión y oficio del arquitecto, el proyecto es una principal estructura de recursos de que dispone el profesional calificado.
Pero si, en cambio, se considera como arquitectura una actividad social de producción, que desborda los límites de las competencias del arquitecto profesional, entonces el proyecto, sin dejar de tener una principalísima importancia, deja de ser un dispositivo privativo.
De esta manera, es el conjunto de la estructura social el que proyecta, tanto en forma explícita como tácita, tanto en forma metódica como rutinaria, tanto en forma disciplinada cuanto ilustrada por las formas más engañosas de la ideología.

La Teoría del Habitar, adecuadamente madurada, tiene en la historia social del proyecto del hábitat un importante capítulo de indagación y esclarecimiento. Porque la ciudad y la arquitectura que efectivamente habitamos es la resultante concreta del proyecto social de hábitat que nuestra comunidad es capaz de urdir.

Cuestiones de apertura (13)

Aquí se ha considerado dos configuraciones muy generales de los lugares, más allá de sus accidentes de forma particulares: las esferas, por una parte y los laberintos, por otra.

¿Hay otras configuraciones generales equiparables? ¿Cuáles son?

Lo grandioso

Luigi Premazzi (1814- 1891) Interior del Palacio de Invierno (1865)


Tanto es más palaciego un lugar cuanto es más extenso y demorado su tránsito. Hay un lujo especial en el elegante y dispendioso gesto de relegar el basto compromiso-con-la-función para glorificar la Estancia y el Movimiento.

Sobre la arquitectura sin arquitectos profesionales

Hay ciertas ocasiones en que la contemplación atenta de la arquitectura vernácula (pienso en este momento en la arquitectura insular griega) resulta no sólo agradable sino también aleccionadora.
Cuesta no poco esfuerzo, sin embargo, abandonar los hábitos forjados en la Facultad, en donde era imperativo aprender de las Obras Maestras proyectadas por los Héroes de la Profesión. Sólo cuando desconfiamos del trasfondo del Magisterio es que nos volcamos, sentimentalmente, hacia la arquitectura que se desarrolla mágica y extrañamente sabia, fruto del pulimento secular de proyectos de vida antes que arquitectónicos.

Quizá allí radique la clave: proyectos de vida antes que arquitectónicos.

Uso de las ventanas

Gustave Caillebotte (1848- 1894) Hombre joven en la ventana (1875)


Pueden detallarse muchos usos para una ventana. Lugar especial para la meditación no debería mencionarse en último término

Aquello que se hace al habitar

Cuando uno habita, puede decirse: sienta sus reales. Esta locución, de origen militar, hace mención al domino pleno de un lugar con propósitos de acampada.
Cuando uno habita, también se dice: se emplaza. Esto es, que de un sitio se abre o desbroza una plaza, un lugar que se ocupa.
Por otro lado, cuando uno habita se dice que se avecina. Aquí ya se hace mención a cierta relación ya no meramente entre personas y lugares físicos, sino entre también entre sujetos.

Estas tres locuciones especifican o modulan cada uno de ellos ciertos aspectos del habitar, mientras que, en el lugar de su intersección semántica, el concepto general se ilustra a título de ejemplo particular.

Plumas ajenas: Jane Jacobs

Es posible que nos hayamos convertido en una gente tan abúlica que ya no nos importe cómo funcionan las cosas, sino únicamente la primera, rápida y externa impresión que nos dan. De ser así, poca esperanza hay para nuestras ciudades o para cualquier otra cosa en nuestra sociedad. Pero no creo que sea así.

Jane Jacobs, 1961

Pintura que se abisma

Jan van Eyck (1390- 1441) La Virgen del canciller Rolin (1435)


Las figuras no se contentan aquí con disponerse en el plano de la representación: se disponen en el abismo profundo que sigue más allá de las lejanas montañas en el horizonte. La adoración tiene lugar.

Habitar y existir

Heidegger afirma que habitar es el modo en que son los mortales en la tierra.
Con esta fórmula equipara el habitar a la misma existencia, punto por punto.
Ahora bien ¿El concepto de existencia, totalizador de la condición humana no será mucho más extenso que el habitar? Sospecho que es así, dado que no siempre y necesariamente existimos hallándonos en un lugar físico, pero habitamos porque existimos.
Este texto que aquí se lee, en tanto discurso, es una manifestación de mi existencia, ciertamente, pero que no se encuentra necesariamente en las circunstancias particulares en que lo elaboro, sino allí y cuando se recepciona.
El discurso, como tal, existe, pero no en un lugar físico. Y todo discurso es, necesariamente un-sujeto-emitiendo-un-discurso-que-puede-recepcionarse.

En consecuencia, tengo para mí que Porque existen, los mortales habitan constituyendo lugares en la tierra, aunque también constituyen otras circunstancias de diferente naturaleza.

Las oscuridades habitadas

Denry Torres (1923- 1983) Boliche (s/f)


Nacidos alrededor de una sociabilidad torva y melancólica, los bares aguardan pacientes la convocatoria de los parroquianos y de sus sombras, que no siempre acuden juntos.

Una especie de animal

Puede pensarse que los seres humanos son animales de cierta especie particular y se puede jugar a complementar la caracterización con fórmulas tales como la de zoon politikon de Aristóteles o la de homo ludens de Huizinga.
Pero también puede pensarse en que un ser humano, más que una esencia huidiza, que se deja pensar en términos de una zoología adjetivada, entraña, de modo concreto una situación. En el fondo no es apropiado decir que alguien se encuentra en una situación, sino que, en cierto modo, un sujeto siempre es una situación. Se sospecha que, si se quiere abordar la condición humana en los términos más concretos —del modo que propugnaba en su momento Edmund Husserl con su fórmula “A las cosas mismas”— debe partirse de la inmersión del ser del hombre en términos de existencia.
Por eso y por alguna que otra sospecha adicional, es que aquí se presta especial atención al primer Heidegger y a Sartre.

Se podría decir que la Teoría del Habitar es —o quiere ser— un humanismo.

Cuestiones de apertura (12)

Se ha afirmado que el derecho a la vivienda es apenas un emergente del derecho a habitar. Por otra parte, no falta quien considera que habitar no constituye un derecho, sino un hecho

¿El propuesto “derecho a habitar” puede tener algún contenido jurídico positivo?

Cuando una silla es precisamente tal

Herman Norrman (1864- 1906) Fábrica de sillas (s/f)


Las cosas del habitar tienen su significación propia cuando están inmersas en el contexto de uso esperado. Fuera de éste, se reducen a genéricas mercaderías.

Lo que implica una teoría

Lisa Block de Behar ha señalado las vecindades etimológicas entre el término griego théatron (teatro), derivado de theáomai, ‘yo miro, contemplo’, y el vocablo theoreo ‘yo contemplo, examino, estudio’ y de allí, theoría como ’contemplación’, ‘meditación’, ‘especulación’ (Cf. Block, 1994: 60).

La teoría, así considerada, es el emergente de un ámbito que articula el sujeto y el objeto mediante la construcción de un vínculo significativo.

Vivir la diferencia

William Merrit Chase (1849- 1916) Sol y sombra (1884)


No vivimos pura y simplemente sea en la luz, sea en la sombra. En realidad, habitamos en la diferencia luz/sombra. Por otra parte, esta diferencia es una entre tantas.

¿Qué es una ciudad?

Podemos comprobar, con cierto estupor, que según el Diccionario de la Real Academia de Letras, una ciudad es Conjunto de edificios y calles, regidos por un ayuntamiento, cuya población densa y numerosa se dedica por lo común a actividades no agrícolas. Los lexicógrafos ignoran en esta caracterización que una ciudad no es un conjunto de cosas sino de una estructura que vincula un lugar con una comunidad organizada de habitantes.
Con mucho, nos resulta más satisfactoria la siguiente definición:
Una ciudad es una comunidad de asentamiento, es decir, un espacio social donde un colectivo humano reside, se organiza y se reproduce socialmente.

 (Castro Martínez, 2003)

Simbolización

Eugène Galien-Laloue (1854- 1941) El arco de triunfo (1941)


En la vida humana, ciertos gestos aparentemente nimios se vuelven especialmente significativos. Aquí, un triunfo se consagra con el Atravesamiento De Un Umbral.

Precisiones sobre los fines

No toda la arquitectura se pone deliberada y manifiestamente al servicio de la vida.
La arquitectura que hace de las mañas del constructor un fin en sí mismo no está al servicio de la vida. Se trata de una técnica astuta y eficaz para conseguir construir edificios. Cosa que, por supuesto, tiene mucho mérito. Además tiene una tecnología como instrumento, una vocación productiva concreta y una aspiración muy legítima a ganarse honestamente la vida (la del arquitecto-constructor).
La arquitectura que tiene como fin en sí mismo constituirse como profesión de diseño específico tampoco está al servicio de la vida. Se trata en este caso de una profesión que se desvela por la superior síntesis de la forma arquitectónica, característica, por cierto del edificio resultante, pero que se origina en el talento creador del artífice. También esto tiene mucho mérito. Cuenta con una poética, un talante innovador, crítico y propositivo y también con una aspiración muy legítima a la realización intelectual y artística del arquitecto-diseñador.

Una arquitectura que se ponga deliberada y manifiestamente al servicio de la vida tiene a ésta como único fin en sí mismo. Para ella, el proyecto y la construcción son siempre medios. Medios para la consecución plena y lograda de la habitación.

Para entendernos mejor, hoy: Café

Definición
1. Establecimiento en donde se sirven bebidas como el café y otras infusiones, acompañados por alimentos de sencilla elaboración.

Cuestiones de apertura (11)

Aquí se ha afirmado que el habitar debe considerarse, al menos, bajo tres caracterizaciones: como conducta, como práctica y como producción.
¿Qué otras caracterizaciones puede adoptar el habitar?

¿Puede preferirse una caracterización en particular o es preciso abordarlas todas?

Las cercanías del fuego

Jean-François Millet (1814- 1875) Mujer horneando pan (1854)


Es un gesto antiguo y hondo. Desde que los seres humanos tratan con el fuego, los gestos abundan en contenidos diversos, tanto cotidianos como trascendentes.

Yendo a las cosas mismas

Léon Barillot (1844- 1929) Artistas pintando en la playa (s/f)


Hay algo de heroico en aquellos amantes del arte que salieron del confinamiento de sus talleres para ir por toda la luz, por todo el aire, por toda la tierra y por todo el mar.

¿En qué aspecto una ciudad puede ser inteligente?

Las ciudades que habitamos son las emergencias concretas y resultantes de complejos planes y proyectos, construidos sobre ciertas ideas puestas en ejecución práctica mediante diversos procedimientos de producción.
Por más que la realidad nos parezca heteróclita, todas y cada una de las cosas que suceden en la ciudad son resultado del ejercicio de unos ciertos modos de actividad humana inteligente. El problema radica en el resultado global: resulta tan adecuada, digna y decorosa la ciudad como es inteligente la organización de la comunidad que allí reside.

La medida de la inteligencia efectiva de la comunidad es, entonces, de naturaleza política.

La luz, protagonista

John Atkinson Grimshaw (1836- 1893) Resplandor en la tarde (1884)


Nunca se insistirá demasiado en la importancia crucial de la luz en la habitación de los lugares. Cuadros así nos desafía a poner atención a las condiciones lumínicas de nuestros propios lugares.

Para entendernos mejor. Hoy: Escalera

Definición
1. Serie de escalones que permite subir o bajar a diferentes niveles en un lugar.║ 2. Lugar umbral articulador entre diferentes niveles en un lugar.

Cuestiones de apertura (10)

¿Es el lugar un concepto especialmente trascendente para reflexionar sobre el habitar o es que hay algún otro término?

¡Antropólogos, aquí!

¿Qué es lo que hace a un sujeto un antropólogo? ¿Lo que uno sabe? ¿O aquello por lo que pregunta?
Si un antropólogo es alguien que sabe de su materia específica, entonces la Teoría del Habitar deberá seguir esperando pacientemente a que algún Licenciado, Master o Doctor en Antropología aborde el tema con disciplina, método y mentalidad específicamente orientados hacia la constitución de lo humano en los lugares. Aquí seguimos esperando.
Pero si se piensa que para que un sujeto tenga la posibilidad de saber del hombre lo primero que tiene que hacer es preguntarse por su efectiva constitución, entonces…

Seguiremos, mientras tanto y hasta que aparezcan los que saben, ejerciendo a tientas y sin métodos el pensamiento que se pregunta por la constitución humana en los lugares.

Arquitectura primordial

Joseph Wright of Derby (1734- 1797) Caverna en la noche (1774)


Quizá la fascinación primordial por las cavernas provenga de su esencial simplicidad en el desarrollo de la pura dimensión de la profundidad. En cierta manera, el avanzar hacia su hondura es una experiencia fundamental del habitar.

La historia del habitar, en muy pocas líneas

Todo parece indicar que la historia de muy larga duración del habitar mostraría una evolución desde formalizaciones relativamente sencillas, profundamente significativas, en correspondencia con rituales también engañosamente simples, aunque sobrecargados de significación y hieratismo. El proceso evolutivo, de acuerdo con nuestras hipótesis, conduciría a la complejidad y proliferación de formalizaciones, las que irían conquistando significaciones cada vez más específicas, a costa de la síntesis rica y ambigua del orden primitivo, haciendo de los rituales de la habitación una trama cada vez más articulada de actitudes.

En la escena contemporánea, fruto de esa redistribución del significado en órdenes más complejos, se advierte la constitución de complejas estructuras con significados fuertemente jerarquizados, yuxtapuestas a la presencia de los denominados no-lugares, esto es, sitios en donde impera el anonimato y la rarificación de la significación.

Como han nacido tantos

François-Joseph Luigi Loir (1845- 1916) Balneario (s/f)


En principio, érase un lugar costero algo alejado de la ciudad. Al borde de la playa se establece un hotel. Con estos elementos y la afluencia del público, se establece el embrión de un balneario que crecerá hasta conformar una ciudad o integrarse a una.

Necesidad de la teoría del habitar

Si hay una arquitectura que se pone al servicio de la vida, entonces la Teoría del Habitar es ineludible y necesaria para el ejercicio profesional.
Es cierto que puede —y quizá deba— ser una disciplina antropológica, pero existe, desde su entrevisión original, un compromiso mayúsculo con el ejercicio de una arquitectura.

En definitiva, puede que en la ciencia antropológica el habitar configure un capítulo entre tantos. Pero en lo que refiere a una cierta arquitectura, es, sencillamente, aquello que de lo que hay que saber.

El genius loci

En el territorio de los vivos, en los lugares en que concurre la figura del paisaje de la tierra con su cielo y, a la vez, coexisten un ensamblado de elementos con una peculiar atmósfera, se encuentran ya habitados de un cierto modo.
La articulación concreta en un aquí particular con una región en donde concurren tierra, horizonte y cielo es ya habitada por un daimon, un espíritu particular, denominado por los antiguos romanos como Genius loci. Situado siempre a una cierta distancia del centro del mundo, aunque constituyendo asimismo un aquí, el ser humano es un advenedizo, un recién llegado y la apropiación de un lugar debe verificarse con el acuerdo propicio del Genius del lugar.

La identidad, la memoria y la adecuación al lugar aparecen sintetizadas así en una sola función.

Estado sagrado

Andrew Wyeth (1917- 2009) Sueño diurno (1980)


Es tan sagrado el estatuto del sueño que se vuelve adecuado alojarlo en un confortable edículo que se excava en la profundidad histerotópica (Sloterdijk dixit) del lugar

Arquitectura y escultura

La tradicional apreciación contemplativa del artificio arquitectónico como objeto plástico se revela insuficiente para dar cuenta de la estructura compleja de la experiencia estética arquitectónica.
Un edificio no sólo se configura como una expresiva volumetría en el espacio, sino que constituye una estructura técnicamente condicionada destinada a una implementación utilitaria.

El aspecto plástico del artefacto arquitectónico no es escindible del aspecto constructivo sin que la arquitectura ceda terreno a una pura escultura. 

Para entendernos mejor. Hoy: Altillo

Definición
1. Habitación situada en la parte más elevada de la casa.