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El verdadero tesoro de una casa

Auguste Toulmouche (1829- 1890) En la biblioteca (1872)


Cómo guardan y conservan sus libros es un signo de calidad de la civilización en la habitación doméstica.

¿Arquitectura o antropología? Esta es la cuestión

Puede discutirse el estatuto de la Teoría del Habitar.
En principio, han sido arquitectos los que han abordado el tema como propio. Para ello, han incorporado la atención a lo humano en la arquitectura a sus teorías, operado con mentalidad y métodos propios de su profesión.
Sin embargo, la materia es, sustancialmente de naturaleza antropológica.
Sería muy interesante un fructífero ida y vuelta interdisciplinar.


La profundidad de la vida doméstica en los patios

Antonio Herrera Toro (1857- 1914) Patio interior (1902)


Con los aportes de Peter Sloterdijk, disponemos de una dimensión histerotópica para medir la profundidad de los patios, allí donde la vida doméstica tenía lugar y a la que sólo con cierta familiaridad, trabajosamente ganada, accedían los extraños.

Plumas ajenas: Pierre Nora

Una historia que no se interesa por la memoria como recuerdo, sino como economía general del pasado en el presente

(Nora, 1998)

Ciertos aspectos de un gran cuadro

Eduardo Sívori (1847- 1918) El despertar de la criada (1887)


Los entendidos prestan atención al aspecto rotundo y proletario de la modelo: se detienen en el realismo naturalista del ejercicio del desnudo y en la fealdad de los pies con juanetes. Por mi parte, pido atención a la mirada: con ella, se concentra todo el lugar en el sí misma (eso que Erving Goffman llama self) de la criada. Así nos inmiscuimos como voyeurs en el único ámbito propio de la humilde trabajadora doméstica.

Sobre las cubiertas

La cubierta es la cabeza de la casa; y, puesto que se halla entre su ocupante y el cielo, es también el sustituto de éste en el pequeño mundo de quien la habita.
(Rikwert, 1987)

Quizá sea por ello que perduran tanto en la gráfica infantil como en los imaginarios sociales los casi inevitables techos a dos aguas. Quizá porque los arquitectos no dedican tanta atención a la terminación superior de los edificios (¿Quién, que no sea arquitecto, mira hacia lo alto?), los remates horizontales suelen resultar mezquindades de la imaginación y el presupuesto.

Para entendernos mejor. Hoy: Comedor

Definición
1. Lugar, ámbito o habitación destinada al consumo de comida.║ 2. Equipamiento organizado es este lugar para la implementación de las actividades de comida e interacción social.

Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 21

La esfera humana remonta en tanto hace retroceder sus propias premisas animales. Se humano significa la incapacidad innata de seguir siendo animal. En expresión metafísica, esto arroja la tesis de que nos encontramos en la isla de la idea, que, en virtud de su infinitud, empuja al trasfondo la finitud de los entornos empíricos. Según ello, lo infinito sería un enclave dentro de las circunstancias finitas. Se abriría como un abismo hacia arriba, como una interrupción de una vida que ha de mantener una perspectiva de algo-más-que-vida. Que lo entienda quien pueda. Se exprese como se exprese, las islas del espacio de los seres humanos son puestos de avanzada frente a lo abierto.
(Sloterdijk, 2004: 377)

Una dimensión energética de los ámbitos íntimos

Georges Croegaert (1848- 1923) Confidencias (1889)


Los ámbitos íntimos se constituyen—aparte de las dimensiones espaciales y temporal— también en la dimensión fonotópica del cuchicheo confidente. El ámbito se conforma con el control del volumen del sonido, haciendo que sólo ciertas personas participen de la información.

¿Una ciencia para la arquitectura?

Varias veces se ha intentado forjar una ciencia propia y específica de la arquitectura.
Se afirma frecuentemente que los arquitectos sabemos de muchas cosas en general y de pocas en profundidad. Hay quienes dicen que lo que el arquitecto debe dominar cabalmente es la tecnología de la construcción. No faltan los que se han esforzado en sistematizar metodológicamente el proceso de diseño. Tampoco hay que olvidar a los que han especulado con una suerte de arquitecturología, por más que suene algo ridículo.

Aquí se tiene una gran esperanza que una Teoría del Habitar propicie la emergencia de una ciencia antropológica que constituya un fundamento riguroso a una arquitectura del futuro.

Opción por la arquitectura viva

Tom Roberts (1856- 1931) Mujer en el balcón (1900)


Hay quienes se concentran en la arquitectura como si ésta fuese una cosa con aspectos interesantes como el diseño o la construcción. Aquí prefiero detenerme en la arquitectura como una relación entre la cosa construida y las personas que allí viven.

La expansión del derecho a la vivienda

Aquí se entiende que el derecho a la vivienda, tal como se concibe y enuncia en la actualidad, es un emergente particular de la construcción compleja y progresiva de la consigna ética y política de la vida digna.
Como emergente, registra apenas un conjunto parcial de los rasgos implicados. En tanto constituye un emergente particular, la vivienda se ha tematizado, en la conciencia social, de modo aún insuficiente.

Se entrevé que acaso estemos sumidos en una circunstancia histórica en donde la vida digna es apenas una idea situada en el horizonte ético y político y parece que falta mucho que construir en la práctica y en la conciencia social para que la dignidad se vuelva un contenido plenamente operativo.

La magia del agua

Lucas Cranach el Viejo (1472- 1553) La fuente de la juventud (1546)


Mucho antes que el baño se racionalizara como ritual higiénico o como pasatiempo ocioso, su ocurrencia tenía unas pocas y señaladas ocasiones, eso sí, revestidas de magia.

Plumas ajenas: Alejandro Sáez

En la nueva geografía regional, el ámbito regional pierde su hegemonía como objeto de interés para la geografía, para interactuar con otros conceptos como el de lugar. Desde esta perspectiva el lugar es una construcción histórico-social, resultado de las prácticas (sociales, económicas, culturales) de agentes, actores e instituciones situados a diferentes escalas, que desarrollan actividades en tiempos y espacios diferenciados. La yuxtaposición de dichas prácticas, a veces conflictivas entre sí, es la que otorga singularidad a dicho ámbito geográfico. El lugar no es un dato sino una construcción social. No es mero reflejo de una comunidad sino que participa activamente en la constitución de la misma, particularmente en la conformación de su identidad
(Sáez, 2000)

Para entendernos mejor. Hoy: Cocina

Definición
1. Lugar destinado a la preparación de la comida ║ 2. Habitación o ámbito reservado para la producción de la comida

Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 20

Del mismo modo en que cada grupo genera involuntariamente su autoclausura en su propio mundo sonoro, como si se mantuviera oculto tras un cercado de incomprensiblidad, así se aísla espontáneamente toda unidad cultural por su modus vivendi o su constitución normativa. Designamos con ello un hecho para el que no hay ningún concepto simple y convincente, pero del que proporcionan perspectivas de diferentes matices expresiones como costumbres, cultura, derecho y ley, reglas, relaciones de producción, juegos de lenguaje, formas de vida, instituciones, hábito. Todos los grupos de insulamiento humanos, que se van acreditando en procesos generacionales, y existen, por lo tanto, en su propio tiempo, participan de un secreto de estabilización poco explorado, pero cuya existencia no resulta difícil de entender: generan en sí mismos una arquitectura de normas, que muestra suficiente sobrepersonalidad, grandeza y resistencia a la torsión como para que los usuarios la reconozcan como ley válida, como estatuto vinculante y realidad legal constrictiva.
(Sloterdijk, 2004:357)

Una habitación al aire libre

José Ferraz de Almeida Júnior (1850- 1899) Lectura (1892)


De origen mediterráneo, las terrazas constituyen, en climas adecuados, habitaciones abiertas al gozo del aire libre.

Los territorios, según un antropólogo

Prestemos atención a la voz del antropólogo:

“El territorio está a la vez objetivamente organizado y culturalmente inventado” (Bourgeot, 1991). El aquí vivido en un territorio es, a la vez una estructuración vincular objetiva entre los habitantes y su ambiente, así como también un orden complejo de representaciones urdidas por la vida social en el tiempo. Y los territorios, en principio, son o bien nuestros, esto es, confinados en un marco de relativa paz social de las gentes que habitan a su modo un lugar, alojados en un solar, pago o paisaje y portadores de una fisonomía sociocultural propia y diferencial, o bien son extraños.

Vibrando de vida en el café

Ernst Ludwig Kirchner (1880- 1938) En el café (1914)


Si fuera oportuno considerar un paradigma de la vida cotidiana, sería buena idea hacerlo en forma de un café, lugar vibrante de vida e intercambio de pensamientos, sentires e historias.

Habitar en y habitar con

Hay en el habitar dos modalidades de representación que se señalan con ciertas especificaciones de la acción.
Por una parte se habita en un lugar, que, por imperio del vínculo identificante entre el sujeto y una figura ambiental hace que el lugar se constituya como un continente relativamente cerrado sobre la figura del sujeto. De allí se extrapolan las figuras del amparo, el refugio y el recinto que pueden contener efectivamente la figura corporal del sujeto.
Por otra parte, se habita con una trama de cosas, enseres y dispositivos de articulación espacial que proliferan en el lugar que es el mundo. Se habitan entonces horizontes que abren lugares entre el cielo y la tierra, paisajes y regiones, caminos y laberintos, hitos, nodos, sendas, centros y confines.

Se habitan geografías e historias.

El expolio ilustrado y esteticista

El salón Elgin en el Museo Británico (1937)

Hubo un personaje fascinado por el valor estético de los componentes de la arquitectura clásica griega. Dado que su visión era tan cosificadora, como ilustrada y esteticista, no tuvo mejor idea de extraerlos —vaya uno a saber con qué métodos y procedimientos— y exportarlos a su patria natal.

Hoy es una demostración flagrante de barbarie cultural, arquitectónica y estética.

Porque habitamos es que construimos

Las reflexiones de Heidegger concluyen: hay una construcción que erige lugares, hay una arquitectura cuya determinación esencial es habitarla. “La esencia del construir es el dejar habitar”... “Sólo si somos capaces de habitar podemos construir” (Heidegger, 1954: 118).

El sentido que adoptan estos enunciados, aparte de su constitución ontológica, es múltiple: en una perspectiva teleológica, responde a una finalidad tenida por posible en arquitectura; en una visión antropológica, señala un designio humano propio a la empresa de construir los lugares que efectivamente poblamos; mientras que adopta un sentido también ético al señalar el compromiso que el arte de la construcción tiene con el habitar. Aquí, también nos involucra desde el punto de vista epistemológico: ¿en qué orden es imperioso ordenar los conceptos para erigir una teoría de la arquitectura fundada en el habitar?

Para entendernos mejor. Hoy: Casa

Definición
1. Construcción realizada para habitar. ║ 2. Lugar en que se desarrollan las actividades y relaciones interpersonales propias de la vida hogareña.

Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 19

La isla humana es un lugar visitado y afectado por vida ya muerta. Donde sus habitantes se juntan, se hacen perceptibles signos sutiles y obstinados de los ausentes. Si a los mortales les afecto lo ausente o trascendente, es por dos motivos, que, a una mirada más atenta, remiten a fuentes completamente diferentes. La primera de ellas la acabamos de caracterizar al hablar de la emergencia de nuevas verdades en el ámbito del saber del colectivo: de vez en cuando se presentan ante nosotros retoños de lo oculto, de lo que queda “tras” el horizonte despejado, en forma de nuevos conocimientos que testimonian la prosecución de la marcha casi infinita hacia fuera, hacia arriba y hacia abajo. Puesto que las “sociedades” nunca se sienten seguras frente a descubrimientos, inventos y ocurrencias, los seres humanos pueden y deben saber que hay nuevas verdades que le afectan de lleno en su vida […]
La segunda fuente de la afección por el más allá y lo ausente surge de la circunstancia de que los seres humanos, según una expresión de los primeros griegos, son los mortales; y no sólo en el sentido de que tienen la muerte ante sí, sino, más bien, de que tienen detrás de sí a sus muertos. La segunda trascendencia se funda en el hecho de que en la isla antropógena se tiene a los antepasados a la espalda, o tras la nuca, por utilizar una imagen más cargante.
(Sloterdijk, 2004:337)

Sociabilidad popular

John French Sloan (1871- 1951) Bar de McSorley (1912)


En cada esquina de barrio, un lugar de encuentro con los viejos amigos, en un lugar confortable en donde apoyar un codo (y empinar el otro)

Más allá de los “puros hechos”

Los fenómenos de la habitación no son puros hechos porque están mediados por representaciones, deseos, proyectos, expectativas que dotan a la habitación de unos precisos sentidos, tanto para el habitante estudiado como para el estudioso de la cuestión.

De lo que se trata aquí es indagar precisamente en estos sentidos y vivencias humanas, para mejor honrarlas en la práctica profesional de la arquitectura. Por ello, el método que debería afrontar un tratado sobre la cuestión complementaría la observación, la descripción sistemática y la interpretación como fases mutuamente complementarias.

Los sujetos y el Estado

Albert Anker (1831- 1910) Boda civil (1887)


Los sujetos toman contacto efectivo con las oficinas del Estado con cierta solemnidad y contención sumisa. Del otro lado del mostrador aparece un indiferente —cuando no desdeñoso— funcionario que siempre toma nota de algo.

La dimensión quirotópica

Ya se ha dicho que la dirección corporal de la marcha alinea, mediante el movimiento, una dimensión del espacio (perspéctica) con el tiempo.
También se ha dicho que es el cuerpo mismo el que articula de modo fundamental tanto delante/ atrás como porvenir/ pasado. Todo esto es, aparentemente, cierto, pero en ninguna manera suficiente. Desde el cuerpo hasta los confines del horizonte que lo enfrentan se despliega una importante dimensión, la denominada dimensión quirotópica, esto es, la dimensión que tienen las cosas cuando se emplazan a la mano y por obra de estas.
Esta dimensión quirotópica es, en todo caso, una dimensión encarada. Puede presumirse que tiene al menos dos componentes principales, uno, desarrollado según la dirección de la mirada y la marcha, que da cuenta de la profundidad quirotópica; otra, perpendicular y contenida en el plano del horizonte, que mide la amplitud quirotópica.

Esta dimensión proviene, en lo esencial, del ancestral gesto lanzador que, de homínidos nos transforma en humanos.

No-lugares atravesados por los tránsitos

Maximilien Luce (1858-  1941) La Estación del Este bajo la nieve (1917)


En los ámbitos urbanos en donde se intercambian tránsitos se van engendrando, de manera estrepitosa, no-lugares signados por los tránsitos más frenéticos.

Habitar con el cuerpo

Al cuerpo le corresponden dos importantes capacidades: la facultad de identificar la localización en el espacio y en el tiempo y la facultad de orientar su propia experiencia vital de la habitación del lugar.
El uso de estas facultades hace posible, antes que determinar la configuración particular del lugar, indicar dos instancias fundamentales: aquí y ahora. Con la indicación no se designa ciertamente el lugar, pero se señala su origen el espacio y en el tiempo.

Aquí y ahora, indicaciones posibles por la existencia del cuerpo, señalan el punto de origen de cualquier lugar y, lo que es tan importante como lo anterior, permiten hablar del lugar, en su condición fundamental.

Para entendernos mejor. Hoy: Fachada

Definición
1. Muro exterior de una edificación.║ 2. Amparo modal, generalmente provisto de puertas y ventanas que constituye un cerramiento o filtro ambiental, de orientación dominante vertical. ║ 3. Amparo modal cuya principal función es comunicar la presencia, contextura, destino y escala de un edificio. ║ 3. Lugar umbral que intermedia entre el exterior y el interior de una edificación.

Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 18

Llamamos alethotopo al lugar en el que cosas se vuelven manifiestas, así como decibles o figurables. La estancia en el encierra el riesgo de ser influido tanto por verdades que se muestran, se comprenden  y siguen valiendo, como por errores, que sólo se manifiestan posteriormente y cuya repetición es de temer. Desde el primer punto de vista, el alethotopo se parece a un almacén, desde el segundo, a un lugar de ejecución o a un vertedero de basuras.

(Sloterdijk, 2004: 328)

Condiciones de vida

Jacob Riis Inquilinos en un atestado alojamiento en la calle Bayard (1889)


Cómo lucen las cosas del otro lado de la Belle Époque. Apenas por cinco centavos de dólar, en aquellos tiempos, se podía conseguir un ¿lugar? en un austero alojamiento popular. Una ganga.

Comprender las cosas

El marco epistemológico general aquí adoptado para la Teoría del Habitar es el propio de una hermenéutica que aspira a comprender su objeto específico, abordado como una ciencia de lo humano.
El método principal se aplica al examen riguroso de las expresiones lingüísticas propias del habitar, las conductas humanas de situación y acontecimiento en los lugares y de las vivencias experimentadas allí y en ese entonces. La adopción de este método no es de ninguna manera prescriptivo, sino, bien entendido, una posibilidad entre otras.

El sentido general, aquí, es agotar las potencialidades de esta perspectiva, para someterla al examen crítico del estudioso.

El ir y venir de los valores

Albert Guillaume (1873- 1942) En el baccarat (1897)


El exquisito encanto de la burguesía: dejar ir los dineros de manera mágica, recíprocamente al siniestro procedimiento de ganarlos.

La gentrificación, en términos políticamente incorrectos

Un aspecto sociológicamente relevante se produce mediante las operaciones de revitalización urbana de zonas relativamente depreciadas.
En éstas, en general, se observa un desplazamiento de la población pobre, reemplazada por sectores medios, a través de un proceso que se denomina “gentrificación”. De este modo, ciertas áreas son remozadas física y económicamente, y son objeto de una revalorización simbólica. Esta operación, lejos de beneficiar a la población residente de bajos recursos, la obliga en general a migrar a otras zonas en donde el costo social, económico y simbólico del emplazamiento le sea relativamente afrontable.

Ciertos urbanistas norteamericanos hacia 1950 acuñaron la cínica fórmula: urban renewal, negro removal.

El ámbito íntimo

Henri Cain (1857- 1937) La tiradora de cartas (1832)


En la penumbra de la alcoba se abre un espacio suficientemente íntimo para convocar y confiar en la reveladora del destino.

Plumas ajenas: Espinosa Rubio

Recuérdese que, al paisaje, lo completa el paisanaje, que el lugar reclama en su desnudez al sujeto que lo inviste de sentido, y por eso también se habla de un «paisaje humano» correlativo e inmerso en el otro. Ambos se imbrican de tal modo que son inseparables y recíprocos, como es obvio, aún antes de entrar en consideraciones etnológicas. Quiere decirse que las dimensiones geográfica, topográfica, biológica y estética que le son propias cobran el carácter unificado que denominamos paisaje sólo para quienes captan el todo simbólico, más allá de las especializaciones fragmentadas de los animales que viven en un mundo circundante específico (Umwelt, según la antropología germana clásica). De ahí que los seres humanos escapen a los estímulos parciales y sean los únicos que habitan un territorio, es decir, los que lo otean desde la atalaya de la vida inteligente y sentimental para concertar variables y apropiarse mentalmente de él en alguna medida. Es la paradójica experiencia de estar dentro y fuera del entorno a la vez.

(Espinosa Rubio, 2014)

Para entendernos mejor. Hoy: Ventana

Definición
1. Amparo amodal más o menos elevado sobre el suelo, que se deja en un muro para dar luz, ventilación o información. ║ 2. Artefacto practicable que permite abrir y cerrar este vano.

Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 17

Bajo puntos de vista pragmáticos, la sensibilidad del ser humano por la diferencia entre lo verdadero y lo falso va unida a la experiencia de que lanzamientos y frases pueden ser certeros, o desacertados y falsos. Decir que los seres humanos dependen del éxito de sus lanzamientos y frases, significa tanto como constatar que les afectan los valores de verdad y que esto sucede ya a un nivel biológico. La seguridad de acierto en los lanzamientos y la confianza en los enunciados es desde el principio un asunto de vida o muerte; por eso la “verdad” tuvo que ser protegida como el mayor bien en las islas de los lanzadores y hablantes.

(Sloterdijk, 2004:327s)

Alegrías esenciales en la ciudad

Paul Fischer (1860- 1934) La dama de rojo (s/f)


La vida cotidiana en las ciudades puede ser, de modo corriente, monótonamente ocre y gris. Por suerte, de vez en cuando, cruza rauda una bella mujer de rojo.

Juicio estético, juicio de valor

El juicio estético, concebido como juicio de valor, es un juicio mediado, no por conceptos, pero si por argumentos.
En él influyen decisivamente la constitución sociocultural del sujeto, la constitución efectiva de su experiencia estética y la modalidad particular que se entabla en la relación sujeto-objeto. El juicio de valor estético es un juicio particularmente interesado en la manifestación del ser de las cosas y de las ocurrencias en tanto ofrecen figuras a los sentidos.

No puede afirmarse que los juicios de valor estéticos puedan ser puros y libres; antes bien es observable que, en determinadas circunstancias, el componente estético es claramente dominante en un marco complejo de juicios de diversa naturaleza.

Todo sobre la calma

Gustave Léonard de Jonghe (1829- 1893) Una calma tarde (s/f)


Tan tranquilo es el lugar que una señorita puede sentarse en plena calle a leer. En la actualidad nos hemos perdido muchas cosas, pero quizá sea la paz el aspecto del que más podemos lamentar su menoscabo.

La estructura fundamental del lugar: cielo, tierra, horizonte

Cuando examinamos la estructura fundamental del lugar encontramos que éste se manifiesta articulado en dos amplias regiones: el cielo y la tierra. El cielo se despliega arriba y es la región de todo aquello que no podemos alcanzar, el origen de todo aquello que se nos impone como estado del tiempo: la luz, el viento, las precipitaciones, el tono general que ampara el lugar. Por su parte, la tierra es aquello que pisamos, el sustento primordial de nuestra existencia, lo que, si bien está a la mano, debemos conquistar, defender y cultivar, el fondo principal de las figuras de los territorios en que habitamos.

Precisamente allí en donde se tocan y diferencian las regiones fundamentales, entre tierra y cielo se despliega el horizonte que los articula y tiene lugar el habitante. Habitamos, en lo fundamental, horizontes. El horizonte es el elemento ordenador de todo paisaje: señala los confines del lugar en la tierra, a la vez que cierra la bóveda del cielo propio del lugar. Todas y cada una de las articulaciones que dan forma particular y que conforman la arquitectura del lugar se disponen en referencia a la figura del horizonte.

Las que dominan espacio y tiempo con su cuerpo

Robert Fowler (1853- 1926) La danza de Salomé (1885)


Uno no puede sino admirarse del dominio que tienen las danzantes del espacio y el tiempo: sus cuerpos los hacen uno.

Las prácticas empresarias de promoción

La promoción inmobiliaria integral, esto es, la promoción de la construcción de edificios destinados a su venta, proviene de la experiencia de las iniciativas en pro del alojamiento obrero y popular. Sea a impulsos de los industriales que procuran alojamiento a su personal, sea fruto de emprendedores especulativos o sea a través de iniciativas de corte filantrópico, la solución empresarial a la cuestión de la vivienda obrera constituye el antecedente de esta forma de promoción. En ciertos casos, se llega a constituir verdaderos enclaves de carácter urbano.

Los promotores tienden a concebir los lugares a producir en primer lugar como mercancías: lo verdaderamente crucial es conformar una oferta comercialmente atractiva. La atracción de la mercancía radica en aquello que parece responder creativamente ante una demanda (“Esto es lo que usted necesita”), aquello que es presentado como oportunidad económica (“Esto que le ofrezco es valioso y sin embargo está al alcance de sus posibilidades económicas”), y aquello que se presenta como una solución a un problema (“He aquí lo que le conviene a sus circunstancias”).

Para entendernos mejor. Hoy: Puerta

Definición
1. Amparo amodal que permite el tránsito entre un lugar y otro. ║ 2. Artefacto practicable que permite abrir y cerrar el tránsito en el vano.

Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 16

El espacio en el que se reparte cooperativamente el peso de las tareas lo llamamos el ergotopo: sus habitantes, los ergotopianos, están unidos en comunidades de esfuerzo. La descripción de su actividad ofrece la imagen de los adultos, érga kai hémera, la crónica de las obras y días de gentes que no lo tienen fácil. Al comienzo, la razón de participar en las indispensables tareas comunes es familiar, totalitario-informal, fundada en la evidencia de la situación o en el dictado de la tradición, más tarde en ritos de iniciación, exigencias profesionales, ataduras que imponen las categorías sociales, más tarde aún, son las prestaciones personales, los edictos, los centros oficiales, los que se cuidan del registro en ergotopo; al final lo que nos sujeta a él son mission statements y las órdenes del día de la opinión pública.

(Sloterdijk, 2004:315s)

Conducta de las puertas

De Scott Evans (1847- 1898) El establo (s/f)


Las puertas ocurren en toda ocasión en donde hay que separar y unir a la vez dos ámbitos diferentes, tan diferentes como para discriminar el lugar de diversas especies zoológicas.

Experiencia estética y vida buena

En el plano de la buena vida trascendente, la experiencia estética es peculiarmente valiosa en tanto ésta afecta enérgicamente ciertos cambios en el rumbo de la existencia cuando ofrece evidencias perceptibles en las formas de lo real.
El sujeto se constituye en su historia, no exclusivamente, pero no en una menor parte, a través de reveladoras experiencias cuyo principal componente es una crítica emoción estética.

La buena vida no sólo se caracteriza por un contenido moral fundamental confrontado con los azares de la fortuna, (Innerarity, 1999), sino que incluye un contenido de hondas y perdurables experiencias estéticas que compendian y estructuran la experiencia vital del mundo tal cual aparece.

La luz y el tiempo

John Atkinson Grimshaw (1836- 1893) Octubre tardío (1882)


En el lugar habitado, la luz no sólo permite apreciar la contextura del espacio. También la percepción atenta de las calidades de la luz hace posible sentir el tiempo: las alternancias de las estaciones, la hora del día, las propiedades de la atmósfera y otras pequeñas pero insustituibles alegrías esenciales de estar vivo.

Las prácticas sociales del proyecto del habitar

Las prácticas sociales de proyecto del habitar son prácticas en que se manifiestan en la acción las demandas sociales explícitas e implícitas acerca del habitar.
A diferencia de las prácticas de concepción, las prácticas de proyecto transforman las demandas sociales en proyectos concretos dirigidos a la realización de las condiciones sociales, económicas y políticas que hagan posible la satisfacción de estas demandas. No siempre las prácticas de proyecto son precedidas necesariamente por prácticas conscientes y plenas de concepción: las prácticas de proyecto se encuentran relativamente más claramente configuradas y difundidas en el cuerpo social que las prácticas de concepción.

Las prácticas de proyecto aparecen más claramente perfiladas en la realidad social toda vez que son prácticas que se han abierto camino con más o menos suceso. Son prácticas que se han mostrado eficaces al articular ciertas demandas con ciertas condiciones sociales, económicas y políticas que ofrecen unas soluciones palpables tenidas como relativamente satisfactorias. Sin embargo, ante las contradicciones que se observan en tales prácticas éstas se beneficiarían de un examen a fondo de las prácticas de concepción implícitas en los modelos ya sancionados en la experiencia social.

Instrucciones para subir una escalera

Victor Horta Escalera en la casa Tassel


Hay escaleras en que es imposible subir o bajar por ellas pensando en otra cosa, distraídos. Cada paso, una ceremonia no del todo secreta.

Sobre la arquitectura del lugar

El fin de todo lugar es en general ser apto para su habitación. Se observa que los lugares formal y materialmente transformados para su habitación resultan más o menos complejos, pero siempre estructurados en una cierta forma, en donde se puede reconocer el fin principal al que se supeditan otros fines secundarios. De lo que se trata, en la Teoría del Habitar, tal como se la concibe aquí, es dar cuenta de esta propiedad trascendente de los lugares, esto es, su arquitectura propia.
En segundo lugar, tenemos que, ante la mirada que lo examina, el lugar se organiza como una estructura jerarquizada de formas y fines. Revelar esta estructura por medio de la observación, descripción y comprensión es uno de los propósitos de la Teoría del Habitar. También en este aspecto, la conformación integral de tal estructura es, en sí misma, una arquitectura.
Por fin, el destino manifiesto de una arquitectura que atienda efectivamente el habitar, es una síntesis arquitectónica de la forma.

Esto quiere decir, concretamente que el resultado final de una empresa arquitectónica destinada a la habitación, es, naturalmente, una arquitectura que no se conforma con su condición de cosa construida, sino que va más allá, hacia la dimensión en que la cosa construida constituye plenamente un lugar.

Para entendernos mejor. Hoy: Cubierta

Definición
1. Elemento que cubre o cierra superiormente un recinto. ║ 2. Amparo que constituye una articulación o filtro ambiental con respecto al cielo de un lugar.

Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 15

Llamamos erototopo al campo o dominio de deseos insular-humano, porque el deseo erótico ofrece el paradigma de cómo la competición afectiva en los grupos estimula y controla, a la vez, la vida del deseo de quienes viven juntos. El dominio erótico se pone en tensión, en tanto que los grupos, por contante autoirritación subaguda, producen una especie de atención suspicaz-concupiscente a las diferencias entre sus miembros. De ahí surge un fluido de celos, que se mantiene en circulación y flujo por miradas inquisitivas, comentarios humorísticos, maledicencias desacreditadoras y juegos competitivos rituales.

(Sloterdijk, 2004:311s)

Situarse

Carl Frederic Aagaard (1833- 1895) Perspectiva sobre el lago Como (s/f)


Estar convenientemente situados es una condición previa y necesaria para el acondicionamiento arquitectónico. Conquistar un buen punto de vista sobre el paisaje es una estupenda demanda social.

El papel de una historia social del habitar

Si el habitar es el objeto de una historiografía idónea, los fenómenos sociales implicados por éste en sus secuencias son la materia señalada.
Mientras que en el plano puramente teórico, los fenómenos aparecen dotados de una peculiar significación, en función de sus relaciones y diferencias mutuas y tal como se presentan las cosas en la actualidad, en el plano histórico, lo verdaderamente significativo es el examen de las condiciones sociales que las han originado tanto así como los procesos que han operado para conferirles su actual contextura.

Es de esperar, con hidalguía intelectual, que el estudio histórico del habitar suponga una revisión radical de toda esta formulación teórica, tal como ha resultado posible enunciarla aquí y de este modo.

Cómo los elementos arquitectónicos se vuelven lugares

Adriano Cecioni (1836- 1886) Las bordadoras (1866)


Para el constructor y el arquitecto una ventana puede ser un simple agujero en el muro y un balcón un agradable ornamento de la fachada. Pero es la vida de las personas los que transforman estos “elementos” en lugares. Por ello, los habitantes son los verdaderos arquitectos de la arquitectura viva.

Las dimensiones de los interiores habitados

La medida tridimensional clásica del espacio alcanza apenas su eficacia sólo para la estimación del alojamiento de cosas.
Pero el alojamiento de la vida humana es algo más complejo que el alojamiento de una simple cosa. Por ello, debe estimarse con exactitud las medidas de amplitud y profundidad que la vida humana demanda de cada estancia. Parte de las miserias del Existenzminimum radica en considerar, pobremente, la vida humana como una simple cosa que a duras penas se conforma por tener largo, ancho y desarrollo.
La vida humana tiene por cierto mucho más dimensiones. Y con la medida de estas dimensiones tiene efectivo lugar el auténtico placer y alegría de vivir. El placer de habitar es el placer de tocar con levedad los lados interiores de las arquitecturas habitadas.

Así, las superficies interiores rozan la vida humana con el placer debido a todos los mortales cuando suscitan ciertas alegrías esenciales.

Alcobas

Hermann Sondermann (1832- 1901) Alcoba en una casa de campo (1886)


Cuando el clima es riguroso y el acondicionamiento de la morada deja que desear, el sueño se arropa con todo lo que se puede.

Recintos sagrados donde tiene lugar la vida

Los constructores megalíticos de los crómlechs han conferido valor sagrado a los recintos practicables.
A lo largo de un dilatado proceso histórico, los recintos interiores han sido consagrados cada vez más al ámbito íntimo y personal. En cierto sentido, la gran historia social del habitar es el proceso mediante el cual la existencia humana adquiere un valor especial en el alojamiento en los interiores.

Ciertos recintos practicables son sagrados precisamente porque allí tiene lugar, de modo adecuado, digno y decoroso, la vida de los mortales.

Para entendernos mejor. Hoy: Muro

Definición
1. Placa de cualquier material, de orientación dominantemente vertical que cierra o limita un lugar. ║ 2. Amparo modal que constituye un cerramiento o filtro ambiental, de orientación dominante vertical que puede tanto limitar un lugar como cerrarlo en un recinto.

Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 14

El signo más visible de la ventaja de sentirse en casa en el grupo es el hogar, el lugar donde se hace fuego; como símbolo de humanidad más antiguo, es la referencia más clara a que los seres humanos no se las arreglan sin un elemento confortante. El fuego alimentado en común encierra la experiencia de que hay protectores naturales que deparan ventajas mientras se les mantenga a la vista cuidadosamente.
(Sloterdijk, 2004:306)

Contundencia de algunos muros

Giuseppe Abbati (1836- 1868) Callejuela al sol (1864)


Se erigen muros para separar con contundencia dos mundos. Pero rara vez constituyen gestos cordiales. Se podría acaso compartir con los caminantes callejeros las calidades del patio.

El arte de habitar y sus poéticas

Puede entenderse que todo habitar particular se ampara en un determinada poética, configurada más o menos conscientemente en virtud de la disponibilidad de distintos niveles de capital cultural, diferentes escalas de valores y factores idiosincrásicos.
Forjar de algún modo una poética del habitar es dotarse de una estructura de reglas según las cuales el hecho efectivo de habitar es un producto, esto es, resultado manifiesto de una contingente producción humana. Cabe aquí la caracterización, debida a Jean Paul Sartre, que enuncia que el hombre es lo que hace con lo que hicieron de él.
En efecto, nuestro habitar es un producto del prolongado proceso vital de la crianza y la endoculturación, a la vez que es una recreación —no del todo consciente, pero siempre crítica— de un legado transformado en un renovado proyecto de vida. Toda vez que se observa en los hechos una pluralidad de modos de vida, estos siguen a una pluralidad de poéticas que las hacen posibles.

Lo sagrado en un lugar

Pieter Neefs el viejo (1609- 1656) Interior de la Catedral de Antwep (s/f)


Desde los tiempos que se erigían las piedras de Stonehenge, a los interiores se les confiere un estatuto sagrado. Hoy deberíamos tratar a todos los interiores como sagrados, tanto como es sagrada la vida que en ellos tiene lugar.

Sobre el desarrollo sustentable

Se considera que el desarrollo sustentable contiene de manera estructurada tres tipos de aspectos: sociales, económicos y ambientales.

El desarrollo sustentable es inclusivo —esto es, alcanza a todos los sectores sociales—, equitativo —si se distribuye con justicia social entre los actores sociales— y resguarda los recursos naturales —si preserva las condiciones del ambiente—. El actual modelo de desarrollo tardocapitalista se muestra, en este sentido, claramente insustentable. Para economistas como Friedrich Hayek, el término justicia social o redistributiva es un concepto vacío, con lo que alumbran un desarrollo económico todo menos equitativo y por supuesto, exclusivo. 

Un viejo amigo

Anónimo Xilografía publicada en Camille Flammarion, La atmósfera (1888)


Este grabado me produjo gran impresión en mi ya lejana infancia. Desde entonces ando buscando el desgarrón de la apariencia de las cosas para ver en su interior. Significativamente, mi recuerdo de lo que aparecía proliferaba en más engranajes que en el original.

Hay más dimensiones en el lugar

Al caracterizar al lugar como un campo, en el sentido físico de la expresión, hemos hecho especial énfasis en el hecho que el habitar tiene efectivo lugar en el espacio tanto como en el tiempo.
Cuando examinamos la constitución genérica del ser humano habitante, hemos encontrado que las tres dimensiones atribuidas al espacio, así  como la dimensión temporal, tenían un lugar original de residencia en el cuerpo. Podemos sospechar que algo verdaderamente virtuoso para la historia del pensamiento sucedió cuando la conciencia humana separó estas dimensiones espacio-temporales de su propio cuerpo y de su experiencia vital compleja para proyectarlas, abstractas, en el escenario de la naturaleza disponible entonces para su conocimiento.

Nada indica que hayamos extraído necesariamente todas las dimensiones humanas para luego volcarlas a un adecuado y operativo modelo físico-matemático para dar cuenta cabal de la naturaleza del lugar.

Para entendernos mejor. Hoy: Suelo

Definición
1. Porción y superficie inferior de un lugar. ║ 2. Amparo modal que procede del acondicionamiento de la porción inferior de un lugar.

Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 13

Parece que el secreto de la isla es secreto de espacio y secreto de mujeres a la vez. Quien quiera descubrirlo ha de seguir su olfato para las particularidades de la feminidad. Odore di donna: ¿un secreto de cocina? ¿Una connivencia con la luna? ¿Es el reino de las mujeres un hogar ampliado, un hogar del que emanan fragancias prometedoras, una aromasfera en la que quienes curiosean la comida levantan la tapa de los mismos asadores y potes? ¿O se está más cerca del secreto de la isla cuando pasa una mujer joven, envuelta en su aura de feromonas, en su promesse de bonheur biológica? No tiene sentido solicitar información de los isleños, dado que son productos del misterio de la isla, o en el mejor de los casos sus líricos, no sus exploradores. Naturalmente estarían de acuerdo en que sin las mujeres, las madres, no funcionaría nada en su vida, aunque sólo fuera porque se encargan de los niños pequeños y porque constituyen la mitad del cielo, la mitad de la cama. Desde el punto de vista de las contribuciones de lo femenino a la emergencia de la isla humana y su conformación interior, respuestas de este nivel resultan estériles.
Sólo se avanza en este asunto si se introducen los conceptos de mujer y espacio en una visión biológica y topológica desacostumbrada; se trata, entonces, de hablar del cuerpo femenino, sobre todo del maternal, en expresiones geométricas o teóricas con respecto al lugar de acampada. Este cambio de perspectiva tiene en cuenta el hecho de que por las adquisiciones evolutivas del biograma de los mamíferos comenzó a existir un tipo radicalmente nuevo de animales-madres: caracterizado por la conquista “revolucionaria” del espacio ventral femenino como zona de puesta de huevos hacia dentro. Por ello aparece una realidad topológica histórico-naturalmente única, en tanto que ahora el cuerpo de la madre se convierte en el nicho ecológico del retoño. Por la interiorización del huevo se reduce el riesgo interno de la incubación, así como por el riesgo nuevo del parto. La historia del éxito de los mamíferos demuestra que esa transacción fue ventajosa. De ella no sólo resultaron nuevos animales-madres integrales, que albergan en sí parásitos congéneres, sino tipos nuevos de hijos, que crecen en el mundo con un valor de vinculación superior y un riesgo de separación más brusco.
(Sloterdijk, 2004:297s)

El lugar de las máquinas

Carl Grossberg (1894- 1940) La cinta Jacquard (1934)


A los futuristas del siglo XX les fascinaba el espectáculo de las máquinas en movimiento. A los escépticos del siglo XXI, en cambio, nos preocupan más las condiciones humanas del trabajo.

Patrones de habitar

El influjo poderoso del estructuralismo nos ha dejado, como precipitado intelectual, una actitud proclive a considerar, en primer lugar, que diversos fenómenos sociales responden a un orden sistemático subyacente bajo las apariencias de la compleja diversidad de manifestaciones; en segundo lugar, que existiría un conjunto discreto de variables simples que, en sus relaciones mutuas permitirían dar cuenta de la complejidad aparente a través de la comprensión de su combinatoria.

Guiados en tal dirección, puede formularse como hipótesis que los acontecimientos humanos en los lugares, si bien suponen manifestaciones de gran complejidad y sutileza, responden, en lo fundamental, a un elenco discreto de situaciones simples, que interactúan entre sí, combinándose de modo que adopten las más diferentes manifestaciones. Es por ello que Christopher Alexander hace uso de la locución  patrones de acontecimientos.

Revalorizar las residencias de Bello y Reborati en Montevideo (I)

Munidos con el herramental propio de la Teoría del Habitar, podemos juzgar que las realizaciones de la firma Bello y Reborati son merecedoras del mayor interés en el estudio y en la formulación de juicios de valor. Deberá reconocerse que el juicio social efectivo que valora estas residencias está bien fundado tanto en la conservación física de estas realizaciones tanto como en su pervivencia simbólica. Debe reconocerse que han resultado la genuina manifestación de un habitar social propios de unas circunstancias históricas, culturales, sociales y urbanas, de las que quedan aún valiosos relictos.