Alvar Aalto
(1898- 1976) Ayuntamiento de Säynätsalo
(1952)
Se
discute a veces sobre el estatuto de eventual autonomía del diseño
arquitectónico.
Para algunos,
la disciplina puede concebirse, desarrollarse y rematarse según un orden propio
de reglas, únicas oportunas, necesarias y pertinentes.
Pero
para una arquitectura que profese un humanismo práctico, la autonomía no es
propia de la disciplina, sino de la vida humana misma: el diseño, así, es
apenas un medio apropiado para dejar a la vida ser en situación.
Se
trata, en el fondo, que dejar que sea el fin mismo el que encuentre su propia
forma.
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