Manuel García
y Rodríguez (1863- 1925) Patio interior
en Sevilla (1920)
Han
cruzado el Atlántico, llevándose la magia de la luz, de las brisas y de las
confidencias, todo ello refrescado por la música del agua en la fuente. Cómo
podríamos desandar el camino al atravesar un cancel que nos llevara de un patio
en Colonia del Sacramento a otro en Málaga. A Julio Cortázar le hubiese gustado
la experiencia.
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