Se
tiene por confort a aquellas condiciones que brindan bienestar o comodidad.
En
general, se entiende que resulta cómodo lo que reduce el esfuerzo físico, toda
vez que este último es considerado aflictivo. También se considera que es
confortable una condición ambiental deseable en términos de temperatura,
humedad, velocidad del aire y otros aspectos tales como el nivel y calidad de
la iluminación. Comodidad y confort son aspectos legítimamente exigibles a la
arquitectura.
Sin
embargo, debe observarse con preocupación la irrupción de unas ingenierías que
transforman toda operación en el pulsado de un mando a distancia y vuelven la
climatización una homogeneización indiferente de todos y cada uno de los
lugares.
El
confort y la comodidad auténticos no deben sumirse en la insignificancia por
obra de la banalización.
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