Mary Cassatt
(1844- 1926) Mujer en su lavabo
(1891)
¿Cuán
profundas son nuestras actuales salas de baño?
Puede
comprobarse su estrechez con el expediente de extender los brazos y con
comprobar que nada queda muy lejos.
Sólo
el omnipresente espejo abisma la hondura fundamental, esa ventana en que
verificamos, día tras día, que el tiempo pasa, pero que, por fortuna, seguimos
siendo los mismos. Mientras nos dure.
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