Definición
1.
Lugar comprendido dentro del conjunto de sus límites o amparos. ║ 2. Forma
significativa envolvente del lugar. ║ 3. Estancia, por oposición a los lugares
umbrales.
Pertinencia
Más
allá de la caracterización genérica del lugar (Véase), es preciso indicar con
un término genérico aquellos lugares en que se puede especificar una forma y
contextura específica. De este modo, todos los ámbitos son lugares, pero no
todos los lugares son, necesariamente, ámbitos, ya que existen situaciones en
que el señalamiento de un aquí, si bien puede ser una indicación relativamente
clara, se carece de una clara delimitación perceptiva de sus límites.
Comentario
Un
predio dado supone un ámbito definido para, por ejemplo, el levantamiento de un
edificio: según estén configurados sus límites, así estará definido el ámbito.
En un contexto urbano, los muros medianeros y las fachadas configurarán de
manera generalmente ajustada las relaciones entre el edificio —con la vida de
su ocupantes— y el paisaje ciudadano, mientras que en un contexto suburbano o
campestre, si bien los límites jurídicos del predio son determinantes para la
ocupación plena del suelo, los confines del ámbito se extienden hacia las
emergencias del paisaje más o menos distante.
En
general, la mayoría de las habitaciones convencionales constituyen ámbitos
claramente definidos por sus amparos (suelo, muros, cubierta), más allá de las
extensiones que brindan los vanos (puertas, ventanas¬). Pero en el caso de una
terraza elevada o un balcón, si bien la fachada constituye una delimitación
clara por su lado, la porción abierta tiene confines que si bien existen son
difíciles de determinar. Por una parte, barandillas, parapetos o balaustradas
constituyen amparos ciertos que impiden el desplazamiento, pero más allá de
estos límites es impreciso determinar hasta dónde se extiende efectivamente el
ámbito propio de estos lugares.
Ilustraciones
Petrona Viera
(1895-1960) Niñas (s/f)
Más allá de los
espacios que les conferimos los adultos, los niños parecen tener peculiar gusto
por los intersticios y los umbrales: espacios quizá pequeños, pero que deberían
merecer mejor atención.
Hermann Fenner-Behmer
(1866- 1913) El ratón de biblioteca
(1910)
Como los niños que
todavía son, tienen mucho que aprender, sólo que ahora necesitan saber de las
cosas con la propia piel. Para ello, necesitan un ámbito generoso y cálido.
Carl Spitzweg (1808-
1885) En el jardín o el filósofo
(1855)
En ocasiones es sano
tanto para el cuerpo como para el espíritu del filósofo una sesión reflexiva en
un bien acondicionado jardín, buscando que el aire refresque la melancolía.
Véase también
Lugar, Umbral
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