Alfred Stevens
(1832- 1906) El estudio del papel (1888)
Todo
adentramiento se consuma en el ajuste del ámbito pericorporal, en donde las
cosas se disponen ordenadas según las directivas del cuerpo habitante.
Así,
concluida la marcha prospectiva, realizada la operación de sentar plaza en el
interior y acondicionado éste según el confort disponible y arbitrable, el
cuerpo ejerce su poder sobre el sitio, confiriéndole el carácter de lugar
concreto. Si en esa circunstancia ocurre un espejo, toda la hondura del
interior se abisma, insondable.
Como
se puede ver, adentrarse es mucho más
que simplemente irrumpir.
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