Caspar David
Friedrich (1774 –1840) El caminante sobre
el mar de nubes (1818)
¿En qué orden es imperioso ordenar los conceptos
para erigir una teoría de la arquitectura fundada en el habitar?
La
cuestión es delicada porque, intuyo, el orden supone una fructífera prelación
epistemológica en donde los conceptos de desencadenen según un desarrollo que
resulte productivo. Esto es, que la sucesión de los términos claves en el
discurso teórico será lograda en la medida en que fluyan cada vez más
caudalosos, aplicándose a todas las esferas comprendidas por la condición
humana de la que son expresión.
He
conjeturado que el orden propuesto por Immanuel Kant puede ser oportunamente
asumido aquí. Así, al conocimiento fundamental del habitar y de sus
consecuentes inmediatos le sigue como una derivación ética y política la que se
cierra por todo lo alto con una estética y teoría de la producción social del
habitar. Pero puede pensarse que en esto opera cierta pereza intelectual al
rescatar un venerable proyecto ilustrado, justo cuando parece que éste destella
los últimos fulgores de su inevitable y próximo ocaso, si no es que no ha
sucedido ya.
De este
modo, la cuestión sigue abierta e inquietante.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario