Dimensiones de la buena vida (XIV)


Lewis Hine (1874-1940)

La ideología dominante distancia la buena vida del trabajo.
De este modo, la buena vida es vista como una aliviada holganza en todo ignorante de las miserias y aflicciones presuntamente propias del trabajo. Sin embargo, el trabajo es aquello que nos realiza como seres sociales con lo que tenemos una paradoja invisibilizada a los ojos del sentido común. Es imperioso reconsiderar la cuestión a costa de una doble operación, que comprende tanto la revalorización del trabajo como de una tan buena como laboriosa vida. No se necesita ser muy avispado para llegar a sospechar que es el trabajo alienado el que resulta un antagonista activo de la buena vida, con lo que se puede pensar que el problema radica no ya en su carácter de labor, sino en su condición alienada. Se sigue de ello que lo que corresponde es, ni más ni menos, reapropiarse uno su trabajo.
Se dice fácil. Lo arduo es la consecución de las condiciones sociales para que los trabajadores nos reapropiemos de nuestro trabajo y vivamos entonces una buena y esforzada vida.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario