Las arquitecturas corporativas han dejado de ser
rascacielos para convertirse en fortalezas. Al oeste de Madrid, Kevin Roche
levantó la ciudad financiera del Banco de Santander y en Las Tablas, al norte,
despunta el rascacielos de la sede del BBVA ideada por Herzog y de Meuron. La
Vela, de 93 metros de altura, es un eco del terreno liberado en el suelo para
dejar espacio a una gran plaza pública, que es, en realidad, privada.
Anatxu Zabalveascoa
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