El
juicio estético, concebido como juicio de valor, es un juicio mediado, no por
conceptos, pero si por argumentos.
En él
influyen decisivamente la constitución sociocultural del sujeto, la
constitución efectiva de su experiencia estética y la modalidad particular que
se entabla en la relación sujeto-objeto. El juicio de valor estético es un
juicio particularmente interesado en la manifestación del ser de las cosas y de
las ocurrencias en tanto ofrecen figuras a los sentidos.
No
puede afirmarse que los juicios de valor estéticos puedan ser puros y libres;
antes bien es observable que, en determinadas circunstancias, el componente
estético es claramente dominante en un marco complejo de juicios de diversa
naturaleza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario