Definición
1.
Amparo amodal que permite el tránsito entre un lugar y otro. ║ 2. Artefacto
practicable que permite abrir y cerrar el tránsito en el vano.
Pertinencia
Los
vanos —puertas y ventanas— constituyen los elementos fundamentales no ya para
la constitución primitiva de la arquitectura construida del lugar, sino para la
dinámica vital de su implementación habitable.
Comentario
Los
vanos suponen componentes de la mayor importancia para la implementación
habitable efectiva: las puertas vuelven accesibles y a la vez restringidos a
los recintos. Los ámbitos y recintos pueden habitarse de manera efectiva toda
vez que cuentan con el vano de al menos una puerta. A su vez, el vano implica
la interposición entre dos regiones o ámbitos de un umbral cargado de
significados habitables. Situarse ante una puerta es un ritual expectante por
excelencia y las diferentes culturas matizan cuándo es que un sujeto irrumpe en
una habitación (sólo cuando transpone el umbral, o aun cuando se sitúa próximo
y frente a éste).
Al
disponer los vanos de artefactos practicables (hojas) permiten tanto la
apertura como la clausura de las habitaciones. En virtud de esta simple pero
capital función, puertas y ventanas cobran especial significado al vincular
significativamente el sitio con la conducta habitable. Una puerta abierta
significa una disponibilidad de paso, una cordial invitación a acceder al
recinto, opuesta a la clausura y reserva de una puerta cerrada.
Ilustraciones
William Paxton
Dejando
el estudio
(1921)
La habitación de los umbrales tiene
una tensión particular. El habitante muta dramáticamente de estado. Abandonamos
unos ámbitos, una etiqueta y una actitud física y emocional para abordar otros,
y al hacerlo, cambia uno en la historia de la vida. Pero durante el
acontecimiento y la situación del umbral, vibramos con una cierta inquietud.
Ferenc Eisenhut
(1857-1903) El albanés armado (1902)
En general, la gente se toma muy en
serio la defensa de la puerta de entrada. Pero que el clima de inseguridad no
nos haga poner siempre a un fiero centinela albanés.
Paul Jamin (1853-
1903) Brenn y su parte del botín
(1893)
Claro, cosas como ésta le suceden a
quienes no cuentan con la custodia de un fiero centinela albanés. Pobres
muchachas, pasan de un abusador a otro, simplemente.
Judith Gautier (1845-
1917) El Japón (p. 16) (s/f)
Un torii separa dos territorios: uno
sagrado y otro mundano, pero a la vez es el dispositivo para pasar de un
territorio a otro. Esto es lo que hacen las puertas, todas las puertas: lo que
sucede es que damos siempre valores diferentes a cada territorio.
Nicolay
Bogdanov-Belsky (1868- 1945)
En la
puerta de la escuela
(1897)
Una puerta no es sólo un acceso físico
a un ámbito sino también el conducto por el que se llega a localizarse en un
grupo. Por ello, situarse en su umbral es el lugar justo para ejercer la duda y
la expectativa.
Vincenzo Cabianca
(1827- 1902) Castiglion fiorentino
(1892)
Precisamente porque puede abrirse y
cerrarse, una puerta une y separa “proclamando” su condición. Articula los
lugares en forma dinámica y ricamente significativa, a diferencia de la
parquedad del muro, que clausura un recinto.
Alexander Mann (1853-
1908) La espera (s/f)
Ante la figura plena, cerrada y
sordomuda del muro, el recorte del vano de la puerta configura la expectativa
por el ingreso al recinto. Esperamos pacientemente, pues.
Emanuel de Witte
(1617- 1692) Interior con mujer al
virginal (1670)
Con el auxilio de lugares así, se
puede uno permitir pensar en laberintos, en infinitos, en moradas hondas, en
trémulos umbrales, en espejos.
Véase también
Ventana
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