El
diseño arquitectónico puede comenzar a desarrollarse a partir de la
consideración de las moradas del cuerpo.
Si
bien el proyecto de un edificio más o menos complejo debe originarse en un
“partido” que sintetice a priori un esquema funcional global, una disposición
formal espacial y un esbozo constructivo primario, el diseño en detalle de cada
ámbito y rincón puede considerarse una cierta morada del cuerpo.
Con esta expresión buscamos
caracterizar la arquitectura íntima del espacio habitado de modo concreto, con
una forma, dimensiones y proporciones adecuadas para albergar el cuerpo y sus
actividades diferenciadas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario