Comentarios preliminares sobre la Nueva Agenda Urbana (I)

2. Según previsiones, la población urbana mundial prácticamente se duplicará para el año 2050, lo que hará de la urbanización una de las tendencias más transformadoras en el siglo XXI. Las poblaciones, las actividades económicas, las interacciones entre lo social y lo cultural, así como las repercusiones ambientales y humanitarias se concentran cada vez más en las ciudades, y ello plantea enormes problemas de sostenibilidad en materia de vivienda, infraestructura, servicios básicos, seguridad alimentaria, salud, educación, empleos decentes, seguridad y recursos naturales, entre otros.
Nueva Agenda Urbana
Declaración de Quito sobre Ciudades y Asentamientos
Humanos Sostenibles para Todos, 2016 (Hábitat III)

El texto de referencia recorta, a mi juicio  equívocamente, el problema.
La urbanización es un aspecto sin duda importante del problema más global que ha de encararse en sus propios términos: el habitar humano en todas sus escalas, de todas las personas y en todas las modalidades en que se desarrolla. No pueden ni omitirse, ni soslayarse, ni menos aún ningunearse los problemas del habitar que se desarrollan en los ámbitos periurbanos, rurales u en otros ámbitos territoriales no urbanos, tales como son, a título de ejemplo los hábitats particularmente configurados de pueblos originarios.
No es este un problema menor, ya que de la enunciación de un problema se originan tanto las presuntas soluciones, así como las insuficiencias del pensamiento. La cuestión del habitar es, con mucho, la cuestión a debatir aún antes de reconocer problemas propios de la urbanización.
Por otra parte, la concentración poblacional, la hegemonía de una economía que opera desde las ciudades, la confrontación sociedad/cultura allí concretamente localizada, y sus externalidades ambientales y humanitarias son apenas emergentes de una cuestión más vasta que la urbanización en sí misma. Se trata de procesos que afectan, en principio, la base material del desenvolvimiento de la sociedad en todos sus aspectos, con repercusiones y condiciones impuestas a la estructura sociopolítica y con la afectación general de las representaciones en las ideologías y las concepciones. Las determinaciones específicamente urbanas son casos específicos aunque particulares, que no pueden ser abordados sino desde su carácter sistémico.
Por último, de un problema así recortado es esperable que la enunciación de problemas específicos no sea más que una enumeración parcial y sesgada: en todo caso, insuficiente y, muy probablemente, inconsistente.


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