Carl Blechen (1798–1840)
Ruinas de una iglesia gótica (1831)
Cuando observo este mundo, no
soy de este mundo; me asomo a este mundo.
Antonio
Porchia
La
observación de este agudo albañil poeta es, como acostumbra, clarividente.
Hay
en la actitud de observación que separa al sujeto del objeto un distanciamiento
crítico dudoso. Un observador, si se asume en su condición, meramente se asoma
al mundo, porque toma la distancia necesaria. Tanta que se sale de los confines
del mundo, que, no obstante, habita.
Algo
análogo sucede con la arquitectura: tomamos una distancia tal que apenas nos
asomamos al puro hecho construido. Y no deberíamos hacerlo.
Porque somos de este mundo, también somos de
nuestra arquitectura. No podemos afectar una falaz
contemplación ni de uno ni de otro.
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