Nicolaes Maes
(1634- 1693) Anciana orando (1656)
Quién ha escogido el centro por
morada, ve de una ojeada lo que está en la periferia.
Angelus
Silesius
El
campo habitado está signado por su constitucional anisotropía.
Esto significa
que ni el espacio, ni la energía, ni la significación de cada región del lugar
se distribuyen regularmente, sino que, aquí y allá se reconocen puntos notables
o, para ser más precisos, centros.
A
estos puntos nodales le destinamos una clara atención. Según su estatuto,
ordenan la disposición de nuestro vivir de los lugares. Concentran y difunden
la luz, el calor, la palabra y los dones.
Dirigidos
hacia ellos, oramos sin término.
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