Aisthesis arquitectónica con el concurso de Juhani Pallasmaa (XXX)


Serguéi Prokudin-Gorski (1863-1944)

El encuentro con cualquier obra de arte implica una interacción corporal. El pintor Graham Sutherland expresa su opinión sobre el trabajo del artista: "En cierto sentido, el pintor de paisajes casi debe mirar el paisaje como si fuera él mismo; él mismo como un ser humano". Según Cézanne, "el propio paisaje piensa en mí y yo soy su consciencia". Una obra de arte funciona como otra persona con quien uno conversa inconscientemente. Al enfrentamos a una obra de arte proyectamos nuestras emociones y sensaciones sobre la obra. Tiene lugar un curioso intercambio: prestamos nuestras emociones a la obra, mientras que la obra nos presta su autoridad y su aura. Finalmente, nos encontramos a nosotros mismos en la obra. La idea de "identificación proyectiva" de Melanie Klein propone que, de hecho, toda interacción humana implica la proyección de fragmentos del yo sobre otra persona. 
Pallasmaa, 2005

La consideración acerca del paisaje corona por todo lo alto el ejemplar desarrollo teórico de nuestro autor.
Porque no se trata de cosas externas a nuestra condición existencial, paisajes y arquitecturas son asunto íntimo: somos —apenas, pero no menos que— la consciencia del mundo que construimos y sobre el que proyectamos nuestra condición más propia.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario