Arquitecturas del cuerpo: la amplitud


Max Slevogt (1868 –1932) Marietta di Rigardo (1904)

Todo triunfo emocional sobre la angustia comienza con una gozosa apertura de brazos.
Hay una erótica profunda y entrañable en la holgura, en la libérrima práctica de la amplitud. Por otra parte, toda persona sabia y razonable dispone de una considerable amplitud de miras, que permite considerar y ponderar los extremos de toda cuestión. Una extensión considerable de campo constituye un lati/fundio, esto es, una propiedad ancha.
No por casualidad, el escritor peruano Ciro Alegría consideraba que el Mundo es ancho y ajeno. Es que la opulencia de los pocos se hincha oprimiendo las angosturas con las que se las arreglan los más.

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