Definición
1.
Habitación principal destinada a actividades que requieren determinado
concierto social para desarrollarse. ║ 2. Aposento equipado para el desarrollo
de estas funciones
Comentario
Cuando
se observa una casa reducida a una única estancia, como en el caso de una
infravivienda, su caracterización como cámara o como sala es siempre dudosa.
Pero apenas existe al menos una articulación principal, es dable observar en un
caso, una constitución más íntima o privada en un ámbito relativamente
reservado y en el otro, más directamente vinculado al espacio público, un lugar
designable como sala. En una casa de conformación regular suele aparecer un
ámbito apropiado para la interacción social de propios con extraños.
En
general, en este ámbito, la actitud corporal dominante es la sedente relajada,
toda vez que se cuenta con equipamiento para ello.
En
las residencias opulentas, la o las salas suelen ser amplias y ricamente
equipadas, de modo adecuado a las formas domésticas de sociabilidad. Suelen
diferenciarse según su relativa exposición pública; así se dan salas de uso
cotidiano y privado del hogar o ya salas reservadas con esmero al recibimiento
de invitados. Pueden aparecer antecedidas por lugares umbrales como las
antesalas, espacios de transición preparatorios a la revelación de las salas
principales.
En
los apartamentos medianos actuales, es poco frecuente que se tenga otra
alternativa que un sector de un lugar más amplio que incluye también a un
comedor formal. Es frecuente, en estos casos, que el equipamiento resulte
demasiado grande como para dejar de ofrecer adecuada holgura a la circulación.
Es frecuente que la estancia se prolongue en el exterior con algún balcón o
terraza.
Es
claro que una sala, en la mayoría de los casos, tiene una proyección pública;
aún en los casos de las salas de uso diario del hogar, se reservan para el uso
ampliamente compartido por varias personas. Antiguamente se realizaba una
articulación de salas por género, asignando una al jefe del hogar (despacho) y
otra a su cónyuge, diversamente equipadas y situadas opuestas a la antesala
principal, así como simétricas al eje de la entrada de la residencia.
Con
mucho, en la sala principal se observan en general los rituales más envarados y
más socialmente aceptados: los integrantes del hogar muestran su condición de
personas a través de la interacción social con los invitados en un ámbito que
Erving Goffman ha caracterizado como escenario o fachada.
Las
formas de uso de la sala han sufrido el impacto de la introducción de la TV en
el hogar: si en una casa hay al menos un televisor, éste se ubica en la sala y
el ordenamiento de equipamientos y personas se ve condicionado por su
contemplación. El tradicional sofá burgués del siglo XIX adopta ahora diseños
aptos para una actitud corporal más relajada e informal. Mientras que la sala
decimonónica se puede considerar un repliegue de la fachada pública hacia el
interior, en la actualidad domina una engañosa informalidad, que abarca la
composición de los equipamientos en el lugar.
No
obstante, es frecuente que se genere por lo menos un centro funcional y
compositivo, en torno del cual se distribuya el equipamiento en forma de más o
menos amplios sillones complementados por mesas auxiliares bajas y aparatos de
iluminación localizada.
Ilustraciones
José Ferraz de
Almeida Júnior (1850- 1899)
Escena
de familia de Adolfo Augusto Pinto (1891)
En
el salón, la fachada hacia el espacio público se pliega sobre sí misma. Ser,
estar, representar: en el salón burgués se condensan estas tres operaciones.
Arnold Lakhovsky
(1880- 1937) La conversación (1935)
Con un elemental equipamiento, se
constituye tenue, pero claramente un lugar. El lugar en donde es posible
hablar, ser oído y replicado, sin que se escape mucha información hacia los que
no están en precisamente allí. El lugar es un nodo de percepciones que se comparten
de buena gana.
Evert Jan Boks (1838-
1914) La propuesta de matrimonio
(1882)
Basta un delgado biombo para delimitar
dos esferas sociales. El oído atento de la muchacha y el inoportuno perrito
atraviesan esos tenues, sutiles amparos del decoro.
Ludwig Passini (1832-
1903) Salón del Palacio Barbaro
(1855)
Un marco suntuoso para una
sociabilidad intensa, decididamente más allá de las miserias de la pura
necesidad.
Véase
también
Comedor
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