Paula
Modersohn-Becker (1876- 1907) Dos niños
en un prado (1901)
Los
niños parecen complacerse en jugar con distanciamientos relativos y fruiciones
de la habitación de rincones abrigados.
Ese esconderse quizá sea el primordial juego
arquitectónico con el que inauguramos la madre de todos los hábitos: articular
los lugares según distanciamientos y poblaciones. Cabe prestar especial
atención a los usos, las actitudes y las prácticas del cuerpo: se buscan y
consiguen con frecuencia esos escondrijos que ajustan con el acomodo furtivo.
Se
experimenta en carne propia aquello que parece ser una magnitud conforme.
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