Peter Ilsted
(1861–1933) Interior con dos niñas
(1904)
Nuestra
cultura desarrolla de manera particularmente aguda nuestra sensibilidad hacia
los fenómenos de la iluminación: luces, penumbras y sombras.
Por
obra de nuestro reconocimiento de las diferencias y contrastes entre estos
valores es que tanto los relieves de las masas, los pormenores de las texturas
y las calidades de los interiores despliegan todos sus matices. Saber ver la
arquitectura supone, antes que una acuidad formada académicamente, una
disposición del cuerpo para comprender y fruir ciertas calidades del lugar que
uno habita.
Ciertos
pintores nos han enseñado y nos siguen instruyendo aún acerca de tal asunto.
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