¿Es acaso una
fatalidad o se trata de alguna especie de castigo suprahumano?
En los documentos oficiales de HABITAT
existen infinitos “conceptos” de: ciudad sustentable, ciudad segura, ciudad
inteligente, ciudad resiliente, ciudad humana, ciudad democrática, ciudad
amigable, ciudad competitiva, ciudad autónoma, ciudad innovadora, ciudad
creativa, ciudad del conocimiento, ciudad de la palabra, ciudad dormitorio,
ciudad universitaria, ciudad de las artes, ciudad emergente, ciudad equitativa,
ciudad inclusiva, ciudad histórica, ciudad de oportunidades, ciudad sostenible,
ciudad compacta, ciudad sustentable, ciudad patrimonial, ciudad de todos,
ciudad dispersa, ciudad educadora, ciudad vieja, ciudad verde, ciudad a escala
humana...
Fernando
Carrión, 20161
Sólo
al hombre le es dada la posibilidad de concebir y desarrollar entidades
inhumanas.
Ninguna
iniquidad equivalente se le puede reprochar a los más crueles entre los dioses.
En la tradición judeo-cristiana, el castigo divino más inclemente es,
precisamente, conferir la condición humana a sus desobedientes creaturas.
Sólo
un sistema social, cultural y económico producto de la vida humana es el que
puede resultar en el factor desencadenador de una ciudad que olvida su propia
escala humana. No puede pensarse que la ciudad inhumana es resultado de un
castigo divino, ni una pura fatalidad.
Porque
también es de humanos trasformar esa sociedad y su ciudad resultante en lugares
dignos de vivirse y a escala apropiada.
1
Artículo completo en
http://elpais.com/elpais/2016/11/10/seres_urbanos/1478767051_442355.html
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