Anton Müller
(1853 - 1897) La estudiante del arte (s/f)
Habitar
es un arte.
Esto
quiere decir que, en principio, habitar es más que una simple conducta; es una
actividad humana que produce cosas y efectos. Las cosas producidas responden a
la caracterización genérica de arquitecturas,
mientras que por efecto podemos entender cada una de las instancias de nuestra
cotidiana calidad efectiva de vida. Es
el propio habitar la causa eficiente de la producción social de la arquitectura
y de la elaboración también social de la vida cotidiana, común y corriente. Es
gracias a que habitamos que producimos tanto las cosas construidas, así como la
calidad de la vida que salvamos entre sus muros.
Es
forzoso, entonces, elevar un encomio a un arte sutil y elevado cuya magnitud no
es otra que nuestra propia estatura como humanos plenos de materia y forma.
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