En la
vida contemporánea domina la agitación fatigosa.
A
causa de ello, se tiene al estado de calma como un bien escaso: por eso es
demandado a altos precios. Parte no menor de la industria turística se nutre de
la excitada pasión por algún instante de tranquilidad. Paz y sosiego son
valores que cotizan alto en el mercado de la imaginación. Bajo la
caracterización de lugar apacible, los operadores turísticos tientan a los
agobiados, que son legión. Entonces los ávidos consumidores se lanzan en masa para conquistar en algún lugar
lejano y pintoresco, la paz improbable en sus vivencias, infrecuente en sus
espíritus.
Llegados
en tropel, pueden comprobar cómo es que ellos
mismos son los principales causantes de la intranquilidad que estropea el sosiego
de aquellos lugares plácidos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario