Guy Rose
(1867- 1925) El espejo verde (1911)
Tenemos
derecho a lugares de vida adecuados, porque somos iguales en condición
constitucional, dignidad y derechos.
Esto
no quiere decir, como se suele interpretar, que apenas seamos programáticamente
titulares de un derecho a gozar de unos mínimos habitables en nuestras
viviendas. Tenemos derecho a desarrollar efectivamente una ética de la
adecuación de todo el sistema de lugares que habitamos.
Somos
titulares de un derecho humano a la medida conforme autodefinida por la vida
misma en su desarrollo y no como una racionalización alienada de los
Contabilizadores del Aire. Este derecho humano no se restringe a las
dimensiones métricas de nuestras viviendas, sino que comprende todo el sistema
de lugares que habitamos efectivamente.
La
fijación de mínimos habitacionales sólo es funcional a la explotación económica
de la industria inmobiliaria. Así como vamos, estamos cayendo en el
encapsulamiento confinado. Es forzoso apelar a medidas humanas en el diseño, construcción e implementación de nuestros
lugares habitados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario