El problema de la crítica ha
sido tradicionalmente un problema de la conciencia. Hoy es un problema de
cuerpo. ¿Cómo encarnar la crítica? ¿Cómo hacer que el pensamiento crítico tome
cuerpo? Si la crítica había combatido tradicionalmente la oscuridad, hoy tiene
que combatir la impotencia. El mundo global está enteramente iluminado.
Nuestras conciencias están deslumbradas. No hay nada que no veamos: la miseria,
las mentiras, la explotación, la tortura, la exclusión, etc se exponen a la
plena luz. Y sin embargo, qué poco podemos. Sobre nosotros. Sobre el mundo.
Podemos decirlo todo y sin embargo no tenemos nada relevante que añadir.
Encarnar la crítica no es encontrar la palabra justa, ni complacerse en los
jardines de la buena conciencia, ni vender a las instituciones la solución más
barata. Encarnar la crítica significa plantearse hoy cómo subvertir la propia
vida de manera que el mundo ya no pueda ser el mismo.
Marina
Garcés, 2009
No hay comentarios.:
Publicar un comentario