Cabaña de
Heidegger enTodtnauberg, Selva Negra
He
aquí nuestra primera hipótesis:
El
habitar constituye un tema teórico capaz de ser desarrollado de modo integral,
riguroso y operativo del que resulta una positiva Teoría del Habitar
Según
parece, el habitar se recorta como
tema teórico de un modo que puede resultar pertinente y oportuno. A la vez
conecta con la vida y la condición humana de forma clara, contundente y
productiva. Pero, en función de la necesaria prudencia filosófica, debe abrirse
una ventana a la duda al respecto.
Otros
extremos que hay que revisar son las características del modo heurístico efectivamente
desarrollado hasta el momento.
La
característica de integralidad del tratamiento podría fundarse en dos aspectos
relativamente verificables. El primero, la integralidad que supone desarrollar,
en forma concurrente, los aspectos cognoscitivos, prácticos y productivos. El
segundo es que con tal despliegue es factible elaborar un programa de
investigación relativamente congruente. Sin embargo, es de notar que los
aspectos cognoscitivos se han desarrollado de un modo más fluido que los
restantes.
Por
su parte, el rigor en el desarrollo es difícil de verificar. El rigor siempre
escasea, por más que la materia tratada, de humana condición, sea asunto tan delicado
como acuciante. En cierta manera, es posible que la misma reticencia al
desarrollo manifiestamente propositivo se deba a una prudencia metódica que
aguarde un desarrollo cognoscitivo mucho más avanzado.
Pero
es la operatividad el aspecto más enigmático. Y todo lo que puede decirse hoy
por hoy es que una Teoría del Habitar operativa nos es necesaria, pero no
sabemos aún si ésta lo es.
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