La casa no es un objeto, es un
proceso
Rodolfo
Livingston
Tanto
se ha insistido en que la arquitectura es un arte del acondicionamiento del
espacio, tan rotundo ha sido el soslayo de la dimensión temporal en
arquitectura, que la virtuosa opción por la imaginación del proceso es un acto de salud mental
profesional.
En
efecto, la palmaria insuficiencia en la ideología que preconiza a la casa como
un objeto hic et nunc, mueve a la mente lúcida a entender la relevancia del
factor tiempo en la constitución efectiva del lugar. El arquitecto argentino ha
transformado esta imaginación ¿metafórica? en un método de trabajo: acompaña
con su obrar el pulso histórico de la vida.
Sin
embargo, para la aplastante mayoría de todos nosotros, todavía no es otra cosa
que un sugestivo caso de imaginación metafórica. Sólo cuando se la incorpore al
sentido común profesional habremos aprendido realmente algo interesante.
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