Carlo Scarpa
Tumba Brion
Hoy
habitamos inundados de una luz que entra a raudales, quizá en exceso. Y cuando
no hay demasías, siempre ayuda la inclemente iluminación artificial. De este
modo, es que llegamos a comprender el sentido de propuestas tales como El elogio de la sombra, del escritor
japonés Junichiro Tanizaki.
Por
eso es bueno reparar en estos excepcionales casos en donde se consigue una
cuota justa de luz. Tal el ejemplo maestro de Scarpa en la Tumba Brion.
Es
que ahora, precisamente ahora, que podemos hacer uso y abuso de la luz es que
estamos en condiciones materiales, éticas y estéticas de conseguir, para cada
lugar, la luz que le conviene.
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