Stefano De Luigi
(1964- )
Nuestros
trastos hablan por nosotros. Por eso las composiciones que los incluyen en
exclusividad no por casualidad se denominan naturalezas
muertas.
Los
objetos injuriados por las sevicias del uso muestran, en silencio elocuente,
nuestra vida ya vivida. Es lo que quedará de nosotros; podemos verlo ahora.
Hasta aquí han llegado nuestros gestos, nuestros rituales, nuestras ceremonias.
Hay en
la acumulación de objetos una suerte de perversión por la conservación ilusoria
de la vida y la memoria, precisamente con el acopio de los signos elocuentes de
lo que ha sido.
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