Ian Berry (1934-
)
Como lanzadores, los seres
humanos consiguen su competencia ontológica más importante hasta hoy: la
capacidad de actio in distans. Por el lanzamiento podrán tomar distancia de los animales.
A causa de la distancia surge la
perspectiva que alberga nuestros proyectos. Toda la improbabilidad del control
humano de la realidad se concentra en el gesto de lanzar. Por eso, el quirotopo
constituye el campo de acción auténtico y originario, en el que los actores
observan habitualmente los resultados de sus lanzamientos.
Sloterdijk,
2004
Como
lanzadores, los seres humanos consiguen de un modo peculiarmente agresivo una
relación con el lugar que afecta al espacio tanto como al tiempo.
Como
bien señala Sloterdijk, la operación de lanzamiento es una toma de distancia y a
la vez, una tensión comprendida entre un momento vivido en primera persona y un
estadio futuro. Así, proyectil y proyecto son ideas vecinas. Mientras que la
contundencia del primero marca una distancia táctica de defensa y ataque, el
proyecto es aquello que sucede promovido por la voluntad anticipadora del
lanzador, quien aguarda con ansia el resultado eficaz de su operación.
Con los
proyectiles y los proyectos, el mundo produce trágicamente su dimensión
quirotópica.
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