Fernando
Gordillo (1933- 2015)
La
arquitectura sistémica de lugares que constituye una ciudad se ve atravesada,
de un modo singularmente complejo, por una proliferación de laberintos.
Por
estas sendas deambulan frenéticamente personas, bienes y signos. Llamamos,
entonces, ciudad a ese entrecruzamiento de laberintos que es la clave de su
secreta riqueza, a la vez que constituye su estructura materialmente
sustentante. Son los intercambios, las traslocaciones, los tránsitos los que
dan el pulso vital —a veces febril— de eso que se deja denominar con propiedad,
ciudad.
La
comprensión profunda de la ciudad como arquitectura sistémica de lugares hará
posibles las necesarias operaciones de una poética arquitectónica humanista
que, a la vez que consiga el renacimiento de la ciudad histórica, libere a sus
urbanitas de su penosa situación actual.
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