Maciej Dakowicz
(1976- )
Nuestras
urbanizaciones, a la vez que atraviesan los límites propios de la ciudad,
proliferan en márgenes.
Me
explico. La urbanización difusa, en la actualidad, rarifica el carácter propio
de la ciudad a fuerza de extenderse sobre el territorio de manera inorgánica,
inconexa e ingobernable. Pero esta extensión se realiza a costa de trazar márgenes
en donde pueblan, de un lado y de otro, diversas —y antagónicas—condiciones de
urbanitas. De un lado, los integrados al sistema de producción y consumo; del
otro... los disfuncionales, los carentes, los habitantes de ominosa catadura
que, no obstante, siguen siendo, empecinadamente, urbanitas. De un lado, los
servicios, los bienes y las vigilancias; del otro los restos, los detritos y
las miradas furtivas y al acecho.
Al paso
que vamos ¿cuánto tiempo pasará para que terminemos arrojados al otro lado del margen? Porque lo que a
la ciudad formal le sobra siempre es gente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario