Anna Ancher
(1859- 1935)
Una
mujer ciega en su habitación (1883)
No
podemos olvidar que todos tenemos diferentes capacidades. Nosotros, los que
habitamos, lo hacemos de diferentes maneras y debemos tener en cuenta tales
diferencias, para superar la ingenuidad teórica de tratar con meras figuras generales
del habitante.
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