Pequeñas alegrías del habitar (IV)

Charles Hayter: An Introduction to Perspective, Drawing, and Painting (1815)

No es para quedarnos en casa que hacemos una casa
Juan Gelman

Nuestro entrañable deseo de un interior no es, por cierto, un anhelo de confinamiento.
Nuestra casa, por fortuna, dispone de ventanas, dispositivos para estar más allá, para poblar un otero, para adueñarse de una plaza de ensoñador. Nuestra casa, por fortuna, puede contar con vistas, con perspectivas, con proyecciones. Nuestra casa, por fortuna, tiene aperturas a la luz, al aire, al paisaje circundante, a nuestro lugar en el mundo.
Las ventanas son mucho más complejas en su habitación que el mero expediente constructivo de abrir huecos en un muro: articulan de modo complejo un ámbito paisajístico, un umbral y el emplazamiento interior desde se domina toda esta estructura. 
Toda ventana tiene origen existencial en la mirada que se proyecta hacia las necesarias lejanías.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario