Mostrando las entradas con la etiqueta Caverna. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Caverna. Mostrar todas las entradas

Cavidades

Tommischneider (s/d) En la caverna de Katafygi, Grecia


Acaso los mitos acerca de la caverna primitiva no sean más que nostalgias de aquellas húmedas cavidades de donde hemos sido expulsados, no sin dolor de nuestras madres.

Vivencia del histerotopo

Carl Spitzweg (1808- 1885) Ninfa bañándose (1855)


Volver a vivir en un puro interior es un gesto primordial del habitar.

Cavernas

La exploración de una caverna es, en esencia, una experiencia de la profundidad de un puro interior.
Habitar una caverna es un puro adentrarse, complementado con una salida contundente. Es un tópico recurrente equiparar la caverna al útero materno. Sin embargo, existe una radical diferencia: mientras que en la caverna es todo entrar, del útero somos arrojados fuera, eyectados al mundo.
La caverna tiene algo de la simplicidad de lo primordial.


Arquitectura primordial

Joseph Wright of Derby (1734- 1797) Caverna en la noche (1774)


Quizá la fascinación primordial por las cavernas provenga de su esencial simplicidad en el desarrollo de la pura dimensión de la profundidad. En cierta manera, el avanzar hacia su hondura es una experiencia fundamental del habitar.

Caverna

Gustave Courbet (1819- 1877) La gruta de Sarrazine (1864)


Las cavernas tienen algo especialmente fascinante por su aspecto de ente originario, propio del hipotético  lugar que da lugar a todos los lugares.

La mítica caverna

Joseph Wright (1734- 1797)
Gruta a la orilla del mar en Nápoles (1778)

He aquí el elemento que origina, si no la arquitectura en sí misma, al menos las ideas generalmente aceptadas acerca del habitar humano.