Desde el jardín

Émile Claus (1849- 1924) El viejo jardinero (1885)


El jardín —en ocasiones tenido por el Paraíso mismo y sin exageración— es el lugar de donde provienen espléndidas novedades, hijas tanto del ambiente como del cuidado del experto.

El ensueño de la buena vida

Soñamos con una buena vida.
Esa buena vida tiene lugar en un emplazamiento también soñado que reúne todo aquello que recordamos con felicidad y nostalgia de los sitios en que hemos vivido. Por eso, concebir realmente una buena vida consiste tanto en proyectar el deseo que busca anhelosamente su forma, así como también recordar de dónde provenimos. Hoy que las movilidades son la regla, conviene llevar en la mochila el recuerdo siempre presente de nuestros lugares originarios.

No sea cosa de tener dificultades para reconocerse uno en el espejo.

Para entendernos mejor, hoy: Umbral

Definición
1. Amparo amodal que vincula liminarmente entre sí dos ámbitos diferentes. ║ 2. Lugar intersticial que permite participar en la habitación de ambos ámbitos vinculados por éste en forma simultánea y compleja. ║ 3. Lugares cuya finalidad principal es transitar por ellos, articulando dos o más ámbitos a través de su interposición.

Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: Undécimo fragmento

Pocos intérpretes de Heidegger parecen tener claro que bajo el sensacional título programático de Ser y tiempo se esconde también un tratado germinalmente revolucionario sobre ser y espacio. Bajo la impresión del encanto de la analítica existencial del tiempo heideggariana se ha pasado por alto la mayoría de las veces el hecho de que está anclada en una correspondiente analítica del espacio, así como que ambas, a la vez, se fundan en una analítica existencial del movimiento. De ahí que sobre la doctrina de Heidegger de la temporalización e historicidad —la ontocronología— pueda leerse una biblioteca entera, sobre su teoría del movimiento u ontocinética, algunos ensayos, y sobre sus planteamientos de una disposición originaria del espacio u ontotopología —excepto paráfrasis pietistas no dignas de mención—, nada.
(Sloterdijk, 1998: 305)

Lo que hace que un hueco en el muro sea una ventana

Nicolaes Maes (1634- 1693) Muchacha en la ventana (1654)


No puede hablarse con propiedad de la existencia de una ventana —en su sentido más cabal— más que en la ocasión en que una muchacha la ocupa, soñadora. Así, la ventana es algo más que un hueco en un muro, es el lugar previsto por el sagaz arquitecto para el ensueño de las mozas.

Plumas ajenas: Virginia Woolf

Pero, me diréis, le hemos pedido que nos hable de las mujeres y la novela. ¿Qué tiene esto que ver con una habitación propia? Intentaré explicarme. Cuando me pedisteis que hablara de las mujeres y la novela, me senté a orillas de un río y me puse a pensar qué significarían esas palabras. Quizás implicaban sencillamente unas cuantas observaciones sobre Fanny Burney; algunas más sobre Jane Austen; un tributo a las Brontë y un esbozo de la rectoría de Haworth bajo la nieve; algunas agudezas, de ser posible, sobre Miss Mitford; una alusión respetuosa a George Eliot; una referencia a Mrs. Gaskell y esto habría bastado. Pero, pensándolo mejor, estas palabras no me parecieron tan sencillas. El título las mujeres y la novela quizá significaba, y quizás era éste el sentido que le dabais, las mujeres y su modo de ser; o las mujeres y las novelas que escriben; o las mujeres y las fantasías que se han escrito sobre ellas; o quizás estos tres sentidos estaban inextricablemente unidos y así es como queríais que yo enfocara el tema. Pero cuando me puse a enfocarlo de este modo, que me pareció el más interesante, pronto me di cuenta de que esto presentaba un grave inconveniente. Nunca podría llegar a una conclusión. Nunca podría cumplir con lo que, tengo entendido, es el deber primordial de un conferenciante: entregaros tras un discurso de una hora una pepita de verdad pura para que la guardarais entre las hojas de vuestros cuadernos de apuntes y la conservarais para siempre en la repisa de la chimenea. Cuanto podía ofreceros era una opinión sobre un punto sin demasiada importancia: que una mujer debe tener dinero y una habitación propia para poder escribir novelas; y esto, como veis, deja sin resolver el gran problema de la verdadera naturaleza de la mujer y la verdadera naturaleza de la novela.

(Virginia Woolf, 1929)

Palco

Eva Gonzalès (1849- 1883) Une loge aux Italiens (1874)


En el teatro tradicional, un palco es una suerte de segundo escenario para representar la presencia social de ciertos personajes. Richard Wagner, en Bayereuth, barrería con todo esto: un teatro moderno es un ámbito para contemplar la Obra de Arte Total en exclusiva. Para mirar y ser mirado queda el foyer.

¿Arte o actividad social de producción?

En la actualidad, el arte es considerado en forma restringida con respecto a la producción social, y en correspondencia con este hecho, la teoría del arte aparece como una pura superestructura de ese restringido campo del talento humano.
Esta situación lleva a que el territorio de la teoría del arte sea conquistado, casi punto por punto, por la ideología y a que sea dificultoso en extremo conceptualizar con rigor. Parece necesario cuestionar a fondo la dicotomía arte/producción y a partir de un esfuerzo teórico consecuente abrir un marco conceptualizador riguroso.

Esta situación opaca el tratamiento discursivo acerca de los valores artísticos y estéticos: nuestra condición histórica cultural por cierto que los cultiva y los promueve, pero por alguna razón, es arduo expresarlos con proposiciones y juicios de valor de contenidos no-ideológicos.

Aquella magia de las confiterías

Jean Béraud (1849- 1935) La confitería Gloppe en Champs-Élysées (1889)


Ah de aquellos lugares entrañables a la gula: no hay que olvidar los lugares, pero, sobre todo, aquellos perfumes.

Arquitectura y escritura

La arquitectura tiene un origen común con la escritura: ambas son dispositivos de localización de la memoria precisamente en el momento crucial que ésta abre caminos a la historia.
Escribimos aquello que deseamos no olvidar en documentos y también erigimos marcas en el territorio para recordar, en monumentos. Hacemos historia a la vez recordando y olvidando, constituyendo ritualmente lugares de memoria. En el gesto fundamental de inscribir signos en un ámbito exterior a nuestra memoria subjetiva, objetivamos en el documento y en el monumento, la operación que a la vez es recuerdo y olvido.

El tiempo y el cambio erosionan y resignifican todo aquello que aún recordamos, aquello que podemos olvidar de nuestra peripecia histórica, pero también nos permiten, a su modo, rescatar críticamente otros signos de este olvido y de este falible recuerdo, con la remisión al signo en el documento, con la persistencia de las piedras en su lugar del territorio.

Para entendernos mejor, hoy: Ámbito

Definición
1. Lugar comprendido dentro del conjunto de sus límites o amparos. ║ 2. Forma significativa envolvente del lugar. ║ 3. Estancia, por oposición a los lugares umbrales.

Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: Décimo fragmento

Con la revolución neolítica aparecieron por primera vez situaciones por las cuales el territorialismo se extendió sobre la humanidad; es entonces cuando comienzan a florecer las identidades radicadas en el suelo; cuando los seres humanos comienzan a tener que identificarse por su lugar, por grupos radicados en un suelo y en último término pos su posesiones. La revolución neolítica hizo que los grupos humanos, nómada hasta entonces, cayeran en la trampa del sedentarismo, en el que intentan afirmarse, experimentando a la vez con arraigos y evasiones; comienza, así, el diálogo agro-metafísico con las plantas útiles, los animales y espíritus domésticos, y con los dioses agrícolas. La fijación campesina al suelo fue la que forzó por primera vez la equiparación epocal entre mundo materno y espacio cultivado y fructífero.
(Sloterdijk, 1998: 251s)

Deshoras

Aleksander Gierymski (1850- 1901) El Louvre de noche (1892)


Hay algo especial en la habitación de los lugares a deshoras: los museos se vuelven singularmente interesantes de noche, cuando los paseantes se retiran.

Plumas ajenas: James Holston

El descubrimiento de que Brasilia es una ciudad sin esquinas produce una profunda desorientación. Al notar que la utopía carece de intersecciones se cae en cuenta, como mínimo, de que tanto los conductores como los peatones deben redefinir la manera como conciben la locomoción urbana. En un sentido más amplio, esto puede significar que “el hombre multiplicado por el motor” —para usar un axioma futurista— ha concretado por fin su utopía. En otras ciudades brasileñas, el peatón se desplaza hacia la esquina de casi cada calle, espera a que cambie la luz del semáforo y con algo de seguridad cruza hacia el otro lado. En Brasilia, en donde el balão, la rotonda, sustituye la esquina y en donde, por lo tanto, no hay intersecciones que distribuyan el derecho a la vía entre peatones y vehículos, este sencillo cruce se hace mucho más peligroso. El desequilibrio de fuerzas que esto produce tiende, sencilla y llanamente, a eliminar al peatón: quien puede, conduce un vehículo. La ausencia de ese ritual de paso que constituyen las esquinas de las calles es tan sólo una indicación de una de las características más distintivas y radicales de la modernidad de Brasilia: la ausencia misma de calles.

(Holston: 1989)

La indestructible alianza entre la arquitectura y la luz

Marcin Zaleski (1796- 1877)
Interior de la Iglesia de Todos los Santos en Varsovia (1863)


La verdadera magia de la arquitectura tiene su secreto en su ineludible alianza —de mutua conveniencia— con la luz.

El valor de la arquitectura vernácula

Cuando apreciamos las virtudes y valores intrínsecos de la arquitectura vernácula, reconocemos una clara y contundente adecuación de los pormenores de la forma arquitectónica plenamente inteligibles en la arquitectura del lugar.
El sentido de la arquitectura vernácula se verifica en la adecuación larga y detenidamente decantada con las solicitaciones del clima de la región, en la adecuación específicamente cultural que armoniza las condiciones de interacción entre las comunidades humanas y su territorio, en la adecuación a un relato original que da cuenta de la historia vivida por un grupo humano en su solar y también en la adecuación de oficios, artes, técnicas y tecnologías que explotan de modo integral los recursos, medios y modos productivos disponibles.

La arquitectura vernácula es un texto claro en su adecuado contexto.

El corazón de la vida ciudadana

Telemaco Signorini (1835- 1901) Mercado viejo en Florencia (1883)


Las ciudades tienen un centro palpitante de vida en los mercados. Allí tienen lugar todo tipo de intercambios: la ciudad existe precisamente para ellos.

Plumas ajenas: Roger Brunet

J’ai suggéré, naguère, une approche fondée sur les modèles graphiques, et propose le concept de chorème, qui commence á se diffuser. Un chorème est une structure élémentaire de l’espace, qui se représente par un modèle graphique. Par un glissement attendu, il est souvent employé pour sa représentation même, le modèle. Il s’est enrichi des «chronochorèmes» suggérés par Hervé Thery, et d’un «atlas chorèmatique», du même,  çà et là on «chorèmise» des territoires.

(Brunet, 1982) 

Para entendernos mejor, hoy: Amparo

Definición
1. Forma significativa de articulación que configura lugares diversos ║ 2. Elemento reconocible por la percepción que define la figura y contextura de un lugar

Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: Noveno fragmento

Quien desee descubrir alternativas a la existencia en autarquía estoica o en autoarresto individualista ante el espejo hará bien en acordarse de una época en la que toda reflexión sobre la conditio humana estaba impregnada de la evidencia de que entre los seres humanos, tanto en la proximidad familiar como en el mercado público, funciona un juego incesante de contagios afectivos. Mucho antes de que consiguieran imponerse los axiomas de la abstracción individualista, los filósofos-psicólogos de la temprana Modernidad habían dejado claro que el espacio interpersonal está saturado de energías que, concurriendo simbiótica, erótica y miméticamente, desmienten radicalmente la ilusión de la autonomía del sujeto. La ley fundamental de la intersubjetividad, tal como se concibió en la época premoderna, es la de la fascinación del ser humano por el ser humano. […] Entre los seres humanos la fascinación es la regla y el desencanto, la excepción.
(Sloterdijk, 1998: 197)

Las maneras en la mesa

Museo de Valencia Recreación de un triclinium romano


No siempre la gente se sentó en sillas en torno a una mesa para reunirse y comer. Hay que reconocer que hay cierta desenfadada e impertinente actitud al yacer y ser servido por una abundante y solícita dotación de esclavos

Algo más sobre los coremas

La constitución de los coremas, según Brunet, surge de una matriz de doble entrada en donde se consideran constituyentes morfológicos elementales (puntos, líneas, áreas y redes), por una parte y por otra una serie de aspectos complementarios (división territorial, redes de comunicación/circulación, gravitación, contacto, tropismo, dinámica territorial y jerarquía) (Cf. García Álvarez, 2006:51).
La imbricación de estos coremas permite, según esta teoría, sintetizar la comprensión global de los más diversos fenómenos geográficos. La idea subyacente es que existiría una suerte de alfabeto del espacio o una estructura asimilable a la lingüística —en la tradición saussureana— en la constitución social de la habitación del territorio.

Cuando se habla de lugares en geografía solemos pensar en lugares más o menos extensos, pero ¿por qué no considerar los lugares habitados de la arquitectura? Sólo que, en este caso los coremas del geógrafo serían los patrones del habitar.

Amplias terrazas

Charles Bargue (1827- 1883) El juego del ajedrez (s/f)


Le Corbusier llamaba enfáticamente la atención a las terrazas-azoteas como lugar habitable y como aspecto arquitectónicamente relevante.

Breve noticia sobre los coremas ¿Alguien sabe algo más de ello?

Cierta importante corriente de la ciencia geográfica, en su compromiso por la descripción y comprensión de los fenómenos sociales en el territorio ha desarrollado un método de modelización denominado coremática.
El término deriva de un neologismo propuesto por Roger Brunet en 1980, el corema, derivado del griego χορα, (chora, lugar), yuxtapuesto al sufijo –ema, inspirado en la lingüística estructural en términos como fonema o grafema. Un corema, en esta teoría, es una representación esquemática, pero no simplificadora, de un rasgo constitutivo del espacio geográfico que permite comprender tanto relaciones simples como complejas de la realidad humana en un territorio dado.

“Son signos o estructuras elementales de organización del espacio” (García Álvarez, 2006:50)

El crítico final de obra

Adoph Menzel (1815- 1905) Bienaventurados, propietarios (1888)


Desde tiempos inmemoriales, las obras insumen mucho más tiempo y dinero de lo que se ha previsto. Finalizar una obra implica una fase crítica donde todo el mundo trabaja apiñado y atrasado. Los propietarios serán felices sólo cuando se libren de toda esta caterva.

Sobre arañas y tejedores

Observamos que la araña ejecuta la práctica del “tejido” de su tela: es un agente eficaz naturalmente determinado dotado de una conducta.
El obrar humano tiene una diferencia cualitativa radical: el tejedor humano construye con su acción la concepción ideal previa a ésta, imagina las cualidades contingentes del resultado, ensaya diversas variantes en los procesos, dispone variadamente la implementación en el uso del producto... En el desenvolvimiento concreto de la praxis como determinación antropológica fundamental, hay un saber que acompaña como una sombra que contornea las prácticas y las transforma. Este saber, aquí, no se reduce a un conocer, sino que modula la conducta práctica y no se puede entender cabalmente sino con la expresión compleja saber hacer.

El buen obrar, el hacer debido, entonces, no se reduce a la eficacia de una conducta, sino al valor de razón o sinrazón de la componente primera del saber hacer.

Para entendernos mejor, hoy: Articulación

Definición
1. Cualquier elemento o condición que oponga y a la vez vincule dos lados o regiones en un lugar. ║ 2. Región espacio temporal en donde se diferencian significativamente dos o más ámbitos habitados.

Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: Octavo fragmento

Un rostro en el espejo que, sin equívocos catastróficos, pueda suponerse como propio aparece sólo cuando los individuos se retiran habitualmente del campo de intercambio de miradas —que los griegos siempre comprendieron también como campo de intercambio de palabras— a una situación donde ya no necesitan el complemento de la presencia de los otros, sino que, por decirlo así, son ellos mismos los que pueden complementarse a sí mismos. La identidad facial del yo, como posibilidad de tener un rostro propio, coincide, así, con aquella reconstrucción del espacio subjetivo que se produjo con la invención estoica del individuo como alguien que ha de valerse por sí mismo.[…] Como observadores vivos —podría decirse: como testigos interiores de su propia vida—, en el momento en que nace el individualismo los individuos adoptan la óptica de una mirada extraña dirigida a ellos mismos, completando así su apertura esférica interfacial mediante un segundo par de ojos que, extrañamente, resulta ser de nuevo el propio.
Con ello comienza la historia del ser humano que quiere y debe poder estar solo. Los particulares en el régimen individualista se convierten en sujetos puntuales que han caído en manos del poder del espejo, es decir, de la función reflectiva, autocomplementante.
(Sloterdijk, 1998: 191s)

Mirador

Caspar David Friedrich (1774- 1840) Mirador en Greifwald (1818)


Tiene diversas formas: pabellón, terraza, torre, galería, balcón pero siempre está destinado a la función principal de acondicionar un punto de vista sobre el entorno circundante.

El sentido del lugar en arquitectura

Hay realizaciones arquitectónicas que armonizan de tal modo con su entorno que parecen un gesto más de la naturaleza.
Esto sucede más a menudo con las realizaciones corrientes de la arquitectura vernácula, mientras que en el caso de las obras de arquitectos profesionales es una rareza. Posiblemente se deba a que a los arquitectos profesionales no se los forma en el estudio concreto del lugar, de las posibilidades técnicas del medio y las solicitaciones concretas de los pobladores allí afincados. Aprendemos a proyectar sobre hojas en blanco y planeando sobre la geografía lejanamente entrevista.
¿No es hora que esto cambie?

Hito

David Roberts (1796- 1864) La columna de Pompeyo en Egipto (1838)


Los largos itinerarios se enriquecen con hitos que segmentan el camino. No siempre se cuenta con hitos tan elaborados como éste, pero siempre son necesarios para orientar y alentar al viajero.

Implementaciones habitables: hechos observables y representaciones interpretables

Las implementaciones habitables deben ser examinadas en su propio carácter: como prácticas sociales complejas en donde no sólo importa la configuración observable de las conductas, sino también el sentido particular que adoptan para los habitantes a partir de sus representaciones simbólicas. Así, no basta con constatar qué operaciones mecánicas son llevadas a cabo, sino también debe inquirirse acerca de los significados que éstas adoptan; no alcanza con catalogar los usos, sino también debe comprenderse cómo su peculiar configuración en formas o modos rituales les confieren un sentido de identidad, memoria y referencia. Más aún, es necesario deconstruir y reconstruir las jerarquías y organizaciones globales de los usos habitables con el fin de describir, comprender y valorar los efectivos estilos de vida construidos.

Arena para el concreto ciudadano

George Bellows (1882- 1925) La arenera (1917)


Gran parte de la ciudad está compuesta por arena. Esta arena proviene de un cierto sitio que, en algún momento, queda agotado. El desarrollo de grandes ciudades deja hondos pozos en su contorno.

Genius loci

En la antigua Roma, el genius loci era el espíritu protector de un lugar o casa.
El concepto, hacia fines del siglo XVII, devino en una suerte de condición especial que hace de un lugar o paisaje un contexto para una intervención humana. Christian Norberg-Schulz lo asumió como tópico de una propuesta fenomenológica acerca de la arquitectura. En estos tiempos desangelados, el término puede corresponder a aquella característica distintiva que tiene cada lugar, con la cual hay que concordar para ofrendarle la obra que merece.

La pervivencia del concepto puede invertir el orden generalmente aceptado que considera primero la Idea humana tomando tierra en algún sitio que le resulta apropiado. Podría pensarse en cambio en una obra, propiciada por el lugar que la estaba esperando, e interpretada con sabiduría por el habitante.

Para entendernos mejor, hoy: Historia social del habitar

Definición
1. Proceso desarrollado a lo largo del tiempo por las diversas formas y modo sociales de habitar, según los emplazamientos, las épocas y las culturas. ║ 2. Estudio sistemático, descriptivo y comprensivo de tales procesos.